Benditas letras

Si no naciera el gran Lope, si Cervantes no estuviera,
Calderón diría que a Shakespeare lo forjaron de la estela
de la gloria de los siglos, de literatura excelsa.
Ya Dickens diría lo mismo mirando la calavera que Hamlet
sacó del nicho, y Quevedo en burla hecha, de la muerte y
de la vida Góngora, excelsa ofreciera.
A Zorrilla le encantara ver a Don Juan con Julieta,
Pigmalión preferiría a su bella Galatea, para convertir
en futil mármol al mercader de Venecia.
Ayer nos regaló su obra hoy alaba su grandeza toda alma
que ante un libro inclinando la cabeza besa las grandes


Jacinto Benavente


(Jacinto Benavente Martínez; Madrid, 1866 – 1954) Dramaturgo español cuyos comienzos con la obra El nido ajeno (1894) permitieron vislumbrar una profunda renovación del teatro en castellano. No obstante, la situación de la escena española le aconsejó inclinarse por obras de gran éxito en lugar de comprometerse con una producción exigente, pero minoritaria e incomprendida.
El valor de su extenso trabajo radica en la introducción de referentes europeos y modernos en el teatro español. Benavente, quien conocía muy bien la producción escénica que se desarrollaba más allá de los Pirineos (con autores como Gabriele D’Annunzio, Oscar Wilde, Maurice Maeterlinck, Henrik Ibsen y Bernard Shaw), supo incorporar con acierto influencias que resaltaron notablemente muchas de las cualidades de su teatro, tales como la variedad y perfección de los recursos que introdujo en la escena, una gracia inteligente que recorre la sátira social que despliega y unos diálogos vivos, chispeantes y muy dinámicos.
Jacinto Benavente
Sin embargo, la preeminencia de los aspectos escénicos sobre lo dramático puro, así como un espíritu burlón y frívolo, le restan profundidad y alcance a muchas de sus piezas, convirtiéndolas en brillantes fuegos artificiales. Esa tendencia se puso de manifiesto en su segunda obra, Gente conocida (1896), así como en las que le sucedieron: La comida de las fieras (1898) y La noche del sábado (1903). En ellas puede comprobarse cómo el autor amortigua de forma significativa el tono de su crítica, centrada en las clases aristocráticas y acomodadas de la sociedad, para sustituirla por una reprobación simpática, amable, casi paternal, que no por casualidad obtuvo los favores del público.
Culminación de esta corriente de su trabajo sería la que está considerada su obra más representativa y lograda: Los intereses creados (1907). En ella presenta una afilada sátira del mundo de los negocios, particularmente atractiva, desde un punto de vista técnico, por la sabia combinación de elementos procedentes de la commedia dell’arte con otros que brotan del teatro clásico español. Esta pieza continuó en otra, menos conseguida, y que a juicio de muchos críticos fracasó: La ciudad alegre y confiada (1916). El punto de vista que adopta Benavente en esta franja de su producción es el de un escéptico que desconfía profundamente de la naturaleza humana y de la sociedad en la que aquélla se manifiesta con frívola hipocresía, cuando no simple crueldad.
Otra vertiente cultivada por el autor fue la del drama rural, en obras que, como Señora Ama (1908) o La malquerida (1913), contrastan frontalmente con el grueso de su producción. Esta faceta de su trabajo proyecta tal intensidad trágica que sus trazos sombríos parecen hablar de otro hombre, rastro de un primer Benavente que, tal vez, pretendía un teatro más en consonancia con los valores de la Generación del 98. Son dramas de grandes pasiones que se desarrollan en un medio aldeano asfixiante y brutal, primario, y en los que palpita un clima de carácter naturalista.
Pero Benavente, cuya obra mantiene evidentes puntos de contacto con el modernismo y con la Generación del 98, no pertenece a ninguno de los dos movimientos. No posee la gravedad de Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín o Ramiro de Maeztu; ni tampoco las cualidades necesarias para acercarse al exquisito mundo poético de los discípulos de Rubén Darío. Le sobró ironía; le faltó quietud y aliento poéticos. Fue un eminente continuador de la mejor comedia del siglo XIX, de la cual elimina todo vestigio romántico para enriquecerla con su espíritu culto e inteligente y sus formidables recursos técnicos.
En la última etapa de su vida literaria, dominada en algunos aspectos por su familiaridad con el modernismo, escribió algunas obras de teatro infantil, cuyo tono poético y fina ironía cristalizan en piezas tan encantadoras como El príncipe que todo lo aprendió en los libros o La novia de nieve (1934). Otro título importante de su producción durante este período es Pepa Doncel (1928). En 1922 obtuvo el premio Nobel de Literatura. Tal concesión ha estado siempre rodeada de polémica, pues, para algunos críticos, la de Benavente no deja de ser una obra menor comparada con la que dejó el modernismo o la Generación del 98.
Nació en el pueblo de Galapagar, provincia de Madrid, (1866-1954),
Jacinto Benavente y Martínez nació en Madrid el 12 de agosto de 1866.
Su padre fué Don Mariano Benavente y González, médico ilustre, miembro
de la Academia de la Facultad de Medicina y escritor, médico personal
de José Echegaray, entre otros ilustres de las letras y las ciencias.
En 1882, al finalizar sus estudios secundarios, ingresó en la Universidad
de Madrid para cursar la carrera de Derecho, pero abandonó los estudios y
se dedicó a viajar, leer y escribir.
Desempeñó el cargo de Director de la publicación Vida Literaria y fué
colaborador de La Ilustración española y El Imparcial. Durante el año 1906,
Jacinto Benavente realizó su primer viaje a Buenos Aires. En Argentina se
le recibió cálidamente y su obra deslumbró dentro del fervor por un teatro
por aquella época incipiente en este país.
En el año 1912 fué nombrado miembro de la Academia de la Lengua de número.
Tan brillante fué su labor en este cargo que las dos terceras partes de
los miembros de la Real Academia Española de la Lengua firmaron, años
después, su candidatura al Premio Nobel.
La Real Academia le nombró, en mayo de 1946, Académico de Honor.
Fué diputado en 1918 y 1947 y presidente de honor de la Confederación
Internacional de Sociedades de Autores y Compositores.
Su primera obra:
– El nido ajeno, no fué bien acogida por los lectores ya que se trataba
de una obra extremadamente crítica con la sociedad burguesa de la época,
para la cual, sin embargo, llegó a ser su escritor favorito.
En su obra siguiente:
– Gente conocida utilizó personajes que se caracterizaban por su profundo
sentido de la autocrítica. Esa obra fué un éxito para Benavente.
Años después, en 1909, publicó su obra mas famosa: – Los intereses creados,
una comedia que muestra otra visión del mundo, pesimista y escéptica.
En el año 1922, le fué otorgado el Premio Nobel de Literatura.
Jacinto Benavente escribió unas 130 obras dramáticas, entre ellas destacamos:
– La Malquerida
– Los intereses creados
– Hijos, padres de sus padres
– El marido de bronce
Las dos últimas obras mencionadas fueron estrenadas en el año de su fallecimiento.
En el año 1947 recibió el Premio Mariano de Cavia al periodismo, por su artículo:
– Al dictado, aparecido en el periódico ABC de Madrid. Aproximadamente 20 comedias
escribió Jacinto Benavente los últimos ocho años de su pródiga vida.
Murió el 14 de julio de 1954 en Madrid, en su casa de la calle Atocha nº26 a los
ochenta y ocho años.
Obras
– El nido ajeno (1894)
– Gente conocida (1896)
– De alivio (1897)
– La farándula (1897)
– El marido de la Téllez (1897)
– Teatro feminista (1898)
– La comida de las fieras (1898)
– Operación quirúrgica (1899)
– Despedida cruel (1899)
– Viaje de instrucción (1900)
– La gata de Angora (1900)
– Por la herida (1900)
– Sin querer (1901)
– La gobernadora (1901)
– El primo Román (1901)
– Modas (1901)
– Lo cursi (1901)
– El tren de los maridos (1902)
– El automóvil (1902)
– Alma triunfante (1902)
– Amor de amar (1902)
– La noche del sábado (1903)
– La casa de la dicha (1903)
– El hombrecito (1903)
– Al natural (1903)
– Por qué se ama (1903)
– No fumadores (1904)
– El dragón de fuego (1904)
– Rosas de otoño (1905)
– La sobresalienta (1905)
– Las cigarras hormigas (1905)
– Los malhechores del bien (1905)
– El encanto de una hora (1905)
– El susto de la condesa (1905)
– Cuento inmoral (1905)
– Más fuerte que el amor (1906)
– La princesa Bebé (1906)
– Todos somos uno (1907)
– Los búhos (1907)
– Los ojos de los muertos (1907)
– La copa encantada (1907)
– Los intereses creados (1907)
– La historia de Otelo (1907)
– Abuela y nieta (1907)
– El amor asusta (1907)
– La fuerza bruta (1908)
– La escuela de las princesas (1908)
– Hacia la verdad (1908)
– El marido de su viuda (1908)
– El último minué (1908)
– De pequeñas causas (1908)
– Señora ama (1908)
– Por las nubes (1909)
– La señorita se aburre (1909)
– Ganarse la vida (1909)
– El príncipe que todo lo aprendió en los libros (1909)
– De cerca (1909)
– El nietecito (1910)
– La losa de los sueños (1911)
– El criado de Don Juan (1911)
– La malquerida (1913)
– La propia estimación (1915)
– El collar de estrellas (1915)
– La ciudad alegre y confiada (1916)
– Campo de armiño (1916)
– El mal que nos hacen (1917)
– La inmaculada de los Dolores (1918)
– La ley de los hijos (1918)
– Los cachorros (1918)
– Mefitófela (1918)
– La vestal de Occidente (1919)
– Por ser con todos leal, ser para todos traidor (1919)
– Y va de cuento (1919)
– La cenicienta (1919)
– La honra de los hombres (1919)
– Una pobre mujer (1920)
– Una señora (1920)
– Mas allá de la muerte (1922)
– Por qué se quitó Juan de la bebida (1922)
– La otra honra (1924)
– Lecciones de buen humor (1924)
– La virtud sospechosa (1924)
– Alfilerazos (1924)
– Un par de botas (1924)
– El suicidio de Lucerito (1925)
– Los nuevos yernos (1925)
– Nadie sabe lo que quiere, o el bailarín y el trabajador (1925)
– La mariposa que voló sobre el mar (1926)
– La noche iluminada (1927)
– El hijo de Polichinela (1927)
– El demonio lo fue antes ángel (1928)
– No quiero, no quiero (1928)
– Pepa Doncel (1928)
– Para el cielo y los altares (1928)
– Vidas cruzadas (1929)
– Los amigos de hombre (1930)
– Los andrajos de la púrpura (1930)
– Band (1931)
– Literatura (1931)
– Cuando los hijos de Eva no son los hijos de Adán (1931)
– De muy buena familia (1931)
– Santa Rusia (1932)
– La moral del divorcio (1932)
– La duquesa gitana (1932)
– La verdad inventada (1933)
– El rival de su mujer (1933)
– El pan comido en la mano (1934)
– Ni al amor ni al mar (1934)
– Memorias de un madrileño (1934)
– La novia de nieve (1934)
– No juguéis con esas cosas (1935)
– Cualquiera lo sabe (1935)
– Aves y pájaros (1940)
– Lo increíble (1940)
– Y amargaba (1941)
– La última carta (1941)
– La honradez de la cerradura (1942)
– Hija del alma! (1942)
– El demonio del Teatro (1942)
– La culpa es tuya (1942)
– La enlutada (1942)
– Don Magín el de las magias (1944)
– Espejo de grandes (1944)
– Los niños perdidos de la selva (1944)
– Nieve en mayo (1945)
– Titania (1945)
– La ciudad doliente (1945)
– La infanzona (1947)
– Divorcio de almas (1948)
– Abdicación (1948)
– Adoración (1948)
– Al amor hay que mandarlo al colegio (1950)
– Su amante esposa (1950)
– Tú, una vez, y el diablo, diez (1950)
– Mater Imperatrix (1950)
– La vida en verso (1951)
– El lebrel del cielo (1952)
– Ha llegado Don Juan (1952)
– Almas prisioneras (1953)
– Caperucita asusta al lobo (1953)
– El alfiler en la boca (1953)
– Servir (1953)
– Por salvar su amor (1954)
– El marido de bronce (1954)
– Hijos, padres de sus padres (1954)
– El bufón de Hamlet (1958)
– La melodía del Jazz
– Cartas de mujeres
– Versos
– De sobremesa
– Palabras, palabras, palabras.
