Hambre

Nada en el Sistema es para el bien común sino que todo es para beneficio de unos pocos a costa de la pobreza y explotación de los mas débiles
Mas de 100.000 familias con niños pasan hambre en España, la mitad de los pobres ya no pueden comprar medicamentos, ni seguir ningún tratamiento médico. Cinco de cada diez personas viven por debajo de los 6.000 euros al año, y 180.000 menores de edad han pasado o pasan hambre con frecuencia, lo que significa que no comen casi nada durante el día y no cenan nunca por la noche.
Dicho así, con la frialdad y crueldad que hablan los números, podríamos pensar que tales afirmaciones se refieren a países lejanos, a esos hombres mujeres y niños que habitan en lugares que parecen dejados de la mano de Dios, pero no es así. Estos son algunos datos que nos ofrece un estudio realizado por La Caixa, precisamente uno de los muchos culpables, para argumentar un programa de ayudas que lleva aplicando cinco años, en un total de diez ciudades españolas.
Del estudio se desprende que las familias monoparentales, especialmente de mujeres solas con hijos, y las formadas por un cabeza de familia menor de 44 años, sin estudios y en paro, son las más precarias y proclives a caer en situación de exclusión severa.
El 39,5% de los 72.425 hogares con niños eran atendidos, ántes de los recortes, por el programa CaixaProinfancia. Unas 100.000 familias, están pasando hambre o la han sufrido frecuentemente durante los últimos diez años. Además, El informe destacaba que el 52,4% de éstas tienen a todos sus miembros en paro, en un 28% el sustentador principal es desempleado de larga duración y un 37% tienen a alguien desempeñando un empleo irregular.
En términos generales, el perfil del hogar en el que viven los niños que antes atendía CaixaProinfancia es el de una familia pobre (87%), en situación de exclusión social (88%), con un sustentador principal que tiene entre 33 y 44 años de edad (68%) y en la mitad de los casos es de origen inmigrante. Además, este cabeza de familia no ha cursado más allá de la Educación Secundaria Obligatoria (70%).
Las condiciones en las que viven estas familias estudiadas son muy precarias, la mayoría antes de losdesahucios, habitaban en casas muy pequeñas (apenas tocan a 15 metros cuadrados por persona), 36.000 están en viviendas muy deterioradas y llenas de humedades, un 37% vive en condiciones de hacinamiento, un 25% no dispone de agua caliente y 62.000 familias reconocen que ya no pueden comprar ni fármacos para luchar contra la enfermedad.
UN PEQUEÑO PASO PARA UN HOMBRE
UNA GRAN VERGÜENZA PARA LA HUMANIDAD
El Banco Mundial descubre, de golpe, 900 millones de pobres más
En efecto, mientras que «las estimaciones de la pobreza
establecidas por el Banco Mundial han mejorado gracias a
datos más fiables sobre el coste de la vida», el resultado
constituye por sí mismo un violento cuestionamiento de las
estadísticas elaboradas por esta institución, que atraviesa
una gravísima crisis de legitimidad desde hace varios años:
de un golpe, el Banco Mundial acaba de descubrir que «900
millones de personas más de las que se pensaba, viven en
la pobreza». ¡Es más de la población del África
subsahariana!
Esto refleja, sobre todo, la falta de fiabilidad de las
estadísticas publicadas por el Banco Mundial, estadísticas
que sirven, fundamentalmente, para avalar las políticas
neoliberales impuestas por todo el mundo por sus propios
expertos. Según su comunicado: «1.400 millones de
personas que viven en los países en desarrollo (1 de
cada 4), subsistían con menos de 1,25 dólares diarios
en 2005», mientras que las estimaciones anteriores giraban
en torno a mil millones de personas. Sin embargo, el Banco
Mundial no deja de alegrarse, ya que lo que cuenta para él
no es el número de pobres, sino la proporción de personas
pobres. ¿Por qué? Porque con la demografía mundial galopante,
esta cifra permite más fácilmente hacerse ilusiones: si, por
ejemplo, el número de personas pobres se estanca, la proporción
de pobres se reducirá automáticamente con el paso de los años.
Por esta razón el llamado «objetivo del milenio» consiste en
reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de la
población cuya renta es inferior a un dólar al día. Pero con
los enormes errores del Banco Mundial en sus cálculos sobre
la pobreza, toda la estructura de las políticas internacionales
actuales contra la pobreza se derrumba. Las políticas de ajuste
estructural (reducción de los presupuestos sociales, recuperación
de los costes en los sectores de sanidad y educación, agricultura
orientada a la exportación y reducción de los cultivos alimentarios,
abandono de la soberanía alimentaria, etc.), impuestas por el FMI y
el Banco Mundial desde principios de los años ochenta, han deteriorado
las condiciones de vida de cientos de millones de personas en el mundo.
A este respecto, no faltan críticas al Banco Mundial, puesto que
Thomas Pogge, profesor de la Universidad de Columbia, escribía
recientemente: «Los sistemas de cálculo del Banco Mundial son
extremadamente dudosos. Hay razones pensar que con un sistema más
creíble se observaría una tendencia más negativa y una pobreza
mucho más extendida. […] Mientras el sistema actual del Banco
Mundial y los datos que se basan en él conserven su monopolio en
las organizaciones internacionales y en la investigación universitaria
sobre la pobreza, no se podrá abordar este problema realmente en serio».
El Banco Mundial ha demostrado su fracaso, tanto en el terreno
estadístico como en el político. Más que nunca, hay que fijar
un triple objetivo: el abandono de la doctrina del ajuste
estructural, la abolición del Banco Mundial, y su sustitución
en el marco de una nueva estructura institucional internacional.
El capitalismo avanza de crisis en crisis, el ejemplo de las
subprime lo verifica; pero además la especulación financiera
pone los cimientos de nuevas burbujas. Con la crisis inmobiliaria
el capital financiero busca nuevos mercado y esta vez lo encuentra
en el mercado de los alimentos. Una especulación sobre los alimentos
que va a conllevar que cerca de 14 millones de seres humanos mueran
de inanición y que expulsará a cerca de 34 millones de seres en América
Latina hacia la exclusión y la miseria humana. El Nuevo orden mundial
ha conllevado a una mundialización de la pobreza gracias a la especulación
sobre los mercados alimenticios. Y como bien dice Michel Chossudovsky en
un libro reciente esto tiene verdaderas consecuencias geopolíticas como
son la desmembración económica y a guerras regionales que aumentarán
los inmensos ingresos de los bancos y corporaciones multinacionales.
ESTO ES EL HAMBRE
PuIse en la imagen e intente ver este vídeo sin horrorizarse
