Mi patria es todo el mundo.

María Elena Walsh

María Elena Walsh


Endecha from anabel amiens on Vimeo.

Endecha española – Rosa León y Nuria Espert from super duque on Vimeo.

-«Queremos a España porque no nos gusta»-, un día dijo un político español de cuyo nombre no merece la pena acordarse. Del mismo modo, pero con un estilo y una pluma de oro, María Elena Walsh compuso canciones para adultos como «Como la cigarra», «Canción de caminantes», «Canción de cuna para gobernante», «Sábana y mantel» y «El 45» (en la que se refirió, sin nombrarlo, a Juan Domingo Perón). Junto a Jairo compuso «Angelito mexicano», «Vidalita porteña», «El valle y el volcán» y «Queda tan lejos». En 1997 se editó el CD «Cantamos a María Elena Walsh» en el que numerosos artistas interpretaron sus temas a modo de homenaje. Allí se podía escuchar a Joan Manuel Serrat, José Luis Perales y Víctor Manuel poniéndole voz a temas como «Orquesta de señoritas», «Manuelita la tortuga» y esta «Endecha española»,así como a Víctor Heredia y Palito Ortega interpretando «Canción de bañar la luna» y «Canción del jacarandá» o al grupo de reggae y ska Los Pericos haciendo una particular versión de «Canción para tomar el té».

Célebre por su literatura infantil, creó personajes conmovedores, como Manuelita la Tortuga, que inspiró la película “Manuelita” (1999), dirigida por Manuel García Ferré. Sus temas fueron musicalizados por personalidades como Mercedes Sosa y Joan Manuel Serrat y trascendieron las fronteras argentinas. María Elena Walsh nació en el barrio de Ramos Mejía, en Buenos Aires, el 1º de febrero de 1930.
Su padre era un ferroviario inglés que tocaba el piano y cantaba canciones de su tierra; su madre era una argentina descendiente de andaluces y amante de la naturaleza.

Fue criada en un gran caserón, con patios, gallinero, rosales, gatos, limoneros, naranjos y una higuera. En ese ambiente emanaba mayor libertad respecto de la tradicional educación de clase media de la época. Tímida y rebelde, leía mucho de adolescente y publicó su primer poema a los 15 años en la revista “El Hogar”. Poco después escribió en el diario “La Nación”.
Un año antes de finalizar sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes publicó su primer libro (en 1947), “Otoño imperdonable”, que recibió el segundo premio Municipal de Poesía y fue alabado por la crítica y por los más importantes escritores hispanoamericanos. A partir de allí su vida dio un vuelco: empezó a frecuentar círculos literarios y universitarios y escribía ensayos. En el año 1949 viajó a Estados Unidos, invitada por Juan Ramón Jiménez. En los años ’50 publicó “Baladas con Angel” y se autoexilió en París, junto con Leda Valladares. Ambas formaron el dúo “Leda y María”: actuaron en varias ciudades como intérpretes de música folclórica, recibieron premios, el aplauso del público y grabaron el disco “Le Chant du Monde”. Por esa época comenzó a escribir versos para niños. Sus canciones y textos infantiles trascendieron lo didáctico y lo tradicional: generación tras generación sus temas son cantados por miles de niños argentinos.

Realizó además recitales unipersonales para adultos. En 1962 estrenó en el Teatro San Martín “Canciones para mirar”, que luego grabó con CBS. Al año siguiente estrenó “Doña Disparate y Bambuco”, representada muchas temporadas en Argentina, América y Europa. En los años ‘60 publicó,entre otros, los libros “El reino del revés”, «Cuentopos de Gulubú», “Hecho a mano” y “Juguemos en el mundo”. En los ’70 volvió al país y en 1971 María Herminia Avellaneda la dirigió en el filme “Juguemos en el Mundo”. También escribió guiones para televisión y los libros “Tutú Maramba”, «Canciones para mirar», “Zoo Loco”, “Dailan Kifki” y “Novios de Antaño”. En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En 1994 apareció la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y, en 1997, “Manuelita ¿dónde vas?”.


María Elena Walsh fue una verdadera juglar de nuestros tiempos, cuando recita y canta sus versos, pero también, cuando denuncia subliminalmente diversas cuestiones sociales. Toda su rebeldía, su desencanto, su oposición, su amor a la naturaleza y a los niños han canciones, ensayos y artículos periodísticos. Falleció el 10 de enero de 2011 en Buenos Aires. Loada sea en nuestro recuerdo.

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