El negocio de la fe




Según las sagradas escrituras En la Biblia, la palabra alma traduce el término hebreo néfesch y el griego psykjé. El término hebreo puede significar literalmente “criatura que respira”, y el griego suele transmitir la idea de “ser vivo”, “persona, individuo”. * Por tanto, puede decirse que el alma se refiere al propio ser, a la criatura o la persona en su totalidad; no a algo que tengamos en nuestro interior y sobreviva a la muerte del cuerpo.
El alma ciertamente puede morir. Decenas de pasajes bíblicos así lo demuestran. He aquí algunos ejemplos.
La Biblia dice: “El alma que peque, ésa morirá” (Ezequiel 18:4, 20, La Biblia de las Américas).
Refiriéndose al castigo que le esperaba al israelita que cometiera alguna de las ofensas más graves, la Ley decía: “Aquella alma será cortada”, o “tajada” (Éxodo 12:15, 19; 31:14, Reina-Valera, 1909; Levítico 7:20, 21, 27, Biblia de Ferrara). En Levítico 19:8, La Biblia de las familias católicas describe el mismo castigo con estas palabras: “Aquella alma perecerá”.
A lo largo de la historia, el hombre ha manifestado en multitud de formas su repugnancia a la idea de extinción total de la conciencia que implica la muerte.
No es ningún secreto que la supervivencia en el más allá ha sido el motor y fundamento de la mayoría de las religiones.
Sin embargo, no deja de ser curioso que en ciertas culturas no haya existido tal expectación de inmortalidad, o por lo menos, de supervivencia post mortem. Así, por ejemplo, los hebreos inicialmente no incluían en su doctrina la creencia en un alma inmortal. Solamente después de su estancia en Egipto, surge en ellos el concepto de la inmortalidad. A pesar de esto, ciertas sectas judías, como la de los saduceos, rechazaban la existencia de un alma eterna ya por la época de Jesucristo.
Este grupo, que cuenta con el apoyo oficial de la revista Reader’s Digest, ha iniciado un movimiento casi místico con fuertes tintes seudocientíficos. Su iniciador fue Raymond Moody, norteamericano que, en 1975, lanzó su éxito de librería denominado Vida después de la vida.
Moody, quien es médico siquiatra, basa sus hipótesis en la descripción de las experiencias de un gran número de casos de pacientes que han sufrido la llamada muerte clínica al ser sometidos a operaciones quirúrgicas o al haber sido víctimas de accidentes o traumatismos.
Moody describe una experiencia mortal típica como sigue: En el momento de mayor incomodidad el paciente, semiinconsciente, escucha que el médico lo declara muerto. A continuación percibe un molesto y fuerte zumbido y se siente absorbido y arrastrado a lo largo de un profundo túnel.
Es entonces que se da cuenta que posé un nuevo cuerpo, con poderes muy distintos, y que puede ver a su antiguo cuerpo yaciendo en el lecho, rodeado del equipo médico de resucitación. Su punto de vista está muy por encima y alejado de su ya inminente cadáver. Puede observar a sus parientes y amigos fallecidos y se encuentra con un ser muy luminoso, un espíritu “cálido” y amable el cual le ayuda a rememorar, en forma instantánea, los acontecimientos de su vida pasada. Se apodera de él una sensación de sapiencia total… la sabiduría de siglos. Finalmente, alcanza una barrera, en la que, contra su voluntad, se le hace volver a su hospitalizado cuerpo. Después de ser revivido, el sujeto queda muy afectado emocionalmente y pierde el temor a la muerte.
Alcock, El sicólogo James E. Alcock se ha encargado de investigar lo que hay de realidad en las afirmaciones de Moody y de otros impulsares de las teorías de la vida después de la vida, como Currie, Osis, Haraldsson y Kubler-Ross.

Primeramente, Alcock descubrió que las encuestas que supuestamente apoyaban estas ideas adolecían de muchos defectos metodológicos. Por ejemplo, los cuestionarios se dirigían a los médicos y a las enfermeras, y no a los pacientes. Se les preguntaba en general si sus pacientes habían visto tal cosa u otra al estar al borde de la muerte. De esto lo única que se puede deducir es que algunos médicos recuerdan a algunos pacientes que tuvieron algunas experiencias de seudomuerte.
También detectó Alcock que Moody mismo acepta que hay pacientes que describen las mismas experiencias en situaciones en las que la vida no estaba en peligro. Esto lo explica Moody diciendo que las drogas, medicamentos y las experiencias místicas pueden llegar a “disparar el mecanismo que deja escapar el alma del cuerpo”.
Alcock describe también las condiciones del organismo y de la mente cuando se encuentra el individuo en estada de sueño ligero (hipnagógico).

En esta situación la mente puede formar imágenes como figuras geométricas, luces, colores brillantes, rostros humanos conocidos o desconocidos y hasta paisajes bellos y grandiosos.
También revisa Alcock las investigaciones que se han realizado sobre las alucinaciones que se sufren bajo la influencia de diversas drogas o en estados de alteración nerviosa grave. Alcock halló pruebas de que una de las imágenes más comunes que surgen es la del túnel y la de una revisión mental panorámica de acontecimientos de la vida pasada del paciente. No hay duda de que las alucinaciones ordinarias contienen todos los elementos descritos por Moody como visiones del más allá.
Finalmente, se puede llamar la atención acerca de la naturaleza profundamente influenciada por aspectos culturales que tienen las experiencias de casi muerte.

Un anciano blanco, barbado, vestido con una túnica, canoso y de ojos azules le pregunta al presunto difunto: “¿Qué has hecho de tu vida, hijo mío?”… Esto suena lógico para un norteamericano de la clase media. Pero si se trata de un niño etiope que ha muerto de hambre a los ocho años de edad… ¿también llegará el anciano caucásico a preguntarle cómo aprovechó su vida?…
Alcock concluye su análisis señalando algunos riesgos que involucran esta y otras creencias seudocientificas similares. Existe por lo menas un caso documentado de un suicidio, el de una madre que intentó confiadamente reunirse con su hija fallecida, influenciada par las ideas de Moody y socios.
Hay también algo más que molesta a Alcock, y es la extraña necesidad que tienen quienes impulsan esta mistificación de obtener evidencia sólida para apoyar su fe religiosa, engañando al lego con fines claramente proselitistas.

2 Corintios 11:14

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:32

La monja carmelita Charlotte Wells destapó rituales de iniciación y sacrificios satánicos en convento y El Vaticano








Orando con lobos

Apocalipsis 17.3-18
ASOCIACION DE CURAS PEREDASTAS
Poco se sabe de un artículo de la ley hipotecaria española que concede a la Iglesia Católica la potestad de inscribir a su nombre en el Registro de la Propiedad bienes que no estaban inscritos a nombre de nadie. A este acto, contemplado en el artículo 206 de la citada ley, se le llama Inmatricular y ha provocado un auténtico revuelo en muchos pueblos de nuestro país que han visto como bienes que creían que eran del pueblo han pasado de la noche a la mañana a manos de algunos obispados.
Las Inmatriculaciones: una potestad legal pero controvertida en un Estado aconfesional.
En los últimos años, en Navarra, el Arzobispado ha inmatriculado más de un millar de propiedades, según datos facilitados por el Ministerio de Justicia. Algunas son lugares de culto como ermitas o iglesias y otras son más variopintas: garajes, casas, huertos o algún que otro viñedo o finca de labor. Precisamente en esta comunidad se ha constituido la Plataforma en Defensa del Pueblo Navarro que ha denunciado este tipo de inmatriculaciones; el municipio de Huarte es uno de los que ha interpuesto una denuncia contra el Arzobispado. Por su parte desde el Arzobispado se insiste en que todo lo que hacen se ajusta a la legalidad e invitan a que haya más denuncias porque -dicen- “en los tribunales se verá que nosotros nos ajustamos a la ley”. Desde la Conferencia Episcopal también se recuerda la legalidad de las inmatriculaciones en aras de los acuerdos Iglesia-Estado de 1979 que rigen en España. Pero otras voces como la de Alejandro Torres, catedrático de Derecho Eclesiástico opinan que la Iglesia Católica goza en España de privilegiosmás propios del Antiguo Régimen que no de los que le correspondería en un Estado aconfesional.
Batallas legales enfrentan a vecinos e Iglesia
Ajenos a los debates legales, los vecinos de la aldea gallega de Ribadulla descubrieron un día que la Iglesia les había dado la espalda. En este caso, el Obispado de Lugo puso a la venta el campo donde se erige la pequeña capilla que ellos han financiado con sus ahorros o que limpian y conservan. Los vecinos se opusieron a la venta porqué consideran que pertenece al pueblo, el Obispado ha denunciado a los vecinos, que tienen una media de edad de 70 años, y ahora se ven inmersos en una batalla legal. Hasta tal punto llegó la disputa que el Obispado les dejó 4 meses sin misa y ahora han conseguido que les venga el cura cada 15 días.
¡NO DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A ELLOS!
He aquí una pequeña recopilación de algunas de las perlas de tan privilegiadas mentes expresadas públicamente en tiempos recientes.
“La mayor parte de las mujeres que mueren lo son por sus maridos que no las aceptan, las rechazan por no aceptar tal vez sus imposiciones; o por su expareja, o también por el que convivía con ella”
Obispo auxiliar de Valencia Salinas ex obispo de Mallorca
“Está infectado, como el PSOE, del lobby gay, informado ideológicamente por el feminismo radical e infiltrado por el movimiento LGBT ” .
Braulio Rodríguez. Arzobispo de Toledo.
“Hay que quitarle el voto a las mujeres porque últimamente piensan por su cuenta”
Juan Antonio Reig. Obispo de Alcalá de Henares.
“El matrimonio entre una recién nacida de tres días y un hombre de setenta años o de un hombre y un perro”.
Jesús Catalá. Obispo de Málaga.
“Matar a un niño indefenso, y que lo haga su propia madre, da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella”.
Francisco Javier Martínez. Arzobispo de Granada.
‘Hay menores que desean el abuso e incluso te provocan’
Bernardo Álvarez. Obispo de Tenerife
“La ideología de género no es sino una metástasis del marxismo”.
José Ignacio Munilla. Obispo de San Sebastián.
“La fecundación in vitro es “un aquelarre químico de laboratorio”.
Demetrio Fernández. Obispo de Córdoba.
“¿Esta invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio? ¿Dónde quedará Europa dentro de unos años?”
Juan Antonio Reig. Obispo de Alcalá de Henares.
Munilla asegura en un libro que las mujeres son “cíclicas”, y advierte de que los procesos hormonales de estas pueden hacer que les dé “por la limpieza”
José Ignacio Munilla. Obispo de San Sebastián.
“La Unesco tiene un plan para “hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual”.
Demetrio Fernández. Obispo de Córdoba.

HABEMUS PAPAM
JOSÉ MARÍA AZNAR
SERÁ ORDENADO
PAPA DE ROMA
Se desvela una de las incógnitas que más acojonaban a la sociedad española, el otrora presidente del gobierno español, José María Aznar, será proclamado Papa tan pronto como Paco I coja carretera y manta.
Al parecer, en la decisión del cónclave vaticano habrían influido de manera decisiva unas declaraciones hechas por Aznar en que ponía de manifiesto su interés por los niños. “Cuando José María Aznar dijo que a le gustaban los niños, supimos que compartía el modo de hacer y pensar de la mayoría de sacerdotes católicos”, ha destacado el cardenal Pichabravini, portavoz de la Santa Sede. Según ha podido saber el diario LA SINRAZÓN, Aznar habría escogido el nombre de José Mari I y se convertiría de este modo en el primer Papa con bigote de la historia. Otra de las novedades que tendría en mente el que fuera presidente español, sería convertir la guardia suiza en una fuerza de intervención bélica cuya función sería la evangelización preventiva de aquellos países “que han caído en la trampa diabólica del Islam”.Asimismo, Aznar ha anunciado “un retorno a los valores esenciales de la Iglesia”. Para ello, ha comunicado la reinstauración de la Santa Inquisición que, con bríos renovados, se encargará de convencer a “la inmigración infiel que asola Europa”. Así, se recuperarían los autos de fe que los Reyes Católicos popularizaron en su mandato. Aznar, además, ha querido tener un detalle con la ciudad de Valencia. “Será la sede que acogerá la ceremonia de purificación de las almas infieles”, (la tradicional quema de brujas, golfas y masones), una tradición parecida a las fallas cuya participación estará también abierta moriscos y judíos. “Para que luego digan que no me acuerdo de los inmigrantes”, ha exclamado el futuro Papa a la vez que anunciaba la proclamación del año Mariano el próximo 14 de marzo y la beatificación del candidato perdedor como “Martir de los Reconquistadores”. Al oírlo, el susodicho ha abandonado recipitádamente la sede del PP en Génova para refugiarse en Santa Pola. No obstante, algunos sectores del Vaticano han hecho notar su malestar: “Por lo que sabemos Aznar está casado y cualquier Papa que se precie debe ser fiel al sacramento de la abstinencia”. Para disipar estas reticencias, el Opus Dei ha facilitado una fotografía de Ana Botella a los obispos díscolos. “Al verla, han comprendido que el celibato del futuro Papa no corría peligro y han rezado tres Ave Marías por las vicisitudes que ha tenido que pasar Su Santidad para engendrar a sus tres hijos”, afirma Pichabravini. “Además, su humillante e injusta derrota frente al contubernio rojo y separatista en las pasadas elecciones 2004 bien la valdrá un lugar en el Cielo”. P.D. Ademas, esta garatizada la no dimisión, ya que ningún pepero ha dimitido jamás. |


Cada sábado
En busca de sus “arraises” Peter viaja a Andalucia
en una aventura llena de misterio y peligros…

Ratzinger Z
El antepenúltimo Papa, antes de Pedro el romano, (Jose I de Repsol), según la profecía de san Duquelaquías.


Vuelve a teñirse de sangre
la bandera de ese dios
de masacres e injusticias
maldecido por su historia
perros rabiosos de un mundo
e hijos de un mal mayor
Cruzada asesina
“Era frecuente ver, en esos primeros días [del golpe militar], curas y religiosos con su fusil al hombro, su pistola y su cartuchera sobre la negra sotana”. Mariano Ayerra, sacerdote de Alsasua, 1936.
“Con los sacerdotes han marchado a la guerra nuestros seminaristas. ¡Es guerra santa! Un día volverán al seminario mejorados. Toda esta gloriosa diócesis, con su dinero, con sus edificios, con todo cuanto es y tiene, concurre a estagigantesca cruzada”.Marcelino Olaechea Loizaga, 6 de noviembre de 1936.
Aprovechando la última masiva beatificación dominical de Tarragona, no estaría mal recordar que los dos partidos presentes en la misma, PP y CiU, descendientes de la oligarquía franquista y monárquica, también fueron de la mano en la Guerra Civil. Es importante saberlo para que ahora la gente no se deje arrastrar por los mismos en la sinrazón y el enfrentamiento nacionalista. En la guerra civil, tristemente como en todas las guerras, fueron asesinadas miles de personas inocentes injusta y cruelmente. Pero es fundamental que sepamos que ese velo de santidad e inocencia que presume la Iglesia es falso. La Iglesia no es víctima de esta guerra, sino un bando activo, que aprovechó la guerra para alcanzar unos objetivos materiales, políticos e ideológicos. En palabras del arzobispo de Toledo y primado de España, Isidro Gomá y Tomás: “Una restauración totalitaria de la vida cristiana”. Lo que vendría a derivar en una involución social bajo un represivo régimen fascista–católico.
El golpe militar fue desde un principio apoyado y jaleado por la Iglesia católica. La posterior guerra y dictadura contó con su ferviente colaboración. No fue el anticlericalismo violento el que hizo a la Iglesia tomar partido. Antes de conocerse los pormenores de éste, el arzobispo de Zaragoza, Rigoberto Domenech, poco más de veinte días después de la sedición militar justifica el mismo porque “no se hace en servicio de la anarquía, sino en beneficio del orden, la patria y la religión”. A los dos meses, el cardenal primado de España, Isidro Gomá, describía lo que era para él la guerra en una alocución radiofónica con motivo de la caída de Toledo a manos del ejército fascista: “El choque de la civilización contra la barbarie, del infierno contra Cristo, debían sucumbir primero,…, los adalides de la civilización cristiana, los abanderados de Cristo… Gloria a los mártires”.
La Iglesia católica fue un bando, claramente, beligerante en la guerra civil española, una facción que animó y participó en el exterminio y la persecución. Que colaboró activamente en las venganzas y los asesinatos. Nunca la Iglesia católica trabajó en pos de la paz y la unidad de los españoles. Todo lo contrario. Desde el advenimiento de la República rechazó abiertamente sus instituciones y nunca estuvo dispuesta a renunciar a sus privilegios propios del Antiguo Régimen. Cuando en julio de 1936 se produjo el golpe de estado corrió rauda y gozosa a empuñar las armas en una nueva y, en sus palabras, “santa Cruzada”. Nunca mostró piedad cristiana y se lanzó a un sanguinario y cruel revanchismo convirtiéndose en uno de los pilares sobresalientes de la represión, la ingeniería social y la venganza fascista. Ni ha buscado nunca la reconciliación pidiendo perdón por sus crímenes. El orgullo y la soberbia, graves pecados, es lo que ha guiado la conducta de su cúpula.
Como recordaría, más tarde, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que se encontraba en Tuy en julio de 1936:“todos los sacerdotes del lugar aceptaron la sublevación militar con alegría y apoyaban al ejército como un deber de conciencia”. Esta dinámica fue habitual en Navarra, donde miles fueron asesinados sin que se diera ningún tipo de enfrentamiento armado. El fanatismo religioso que impregnaba lo que consideraban una guerra santa se dejaba ver en los actos del contingente de requetés donde se encontraban numerosos religiosos combatiendo. A poco menos de un mes del golpe militar, durante la procesión de la Virgen del Sagrario en Pamplona, milicianos falangistas y requetés asesinaron a decenas de presos, entre ellos, curas supuestamente nacionalistas “los sacerdotes dieron la absolución en masa a los restantes, las ejecuciones se llevaron a cabo y los camiones volvieron a Pamplona, a tiempo para que los requetés se incorporaran a la procesión que estaba entrando en la catedral”.
Y es que el ardor guerrero había infectado el discurso y los actos de la plana mayor de la jerarquía católica española. Palabras como “cristianísimo Imperio español”, “judío–masónico”, “liberación”, “santa Cruzada” o “plebíscito armado”tenían sus oraciones. En la Pastoral de 30 de septiembre de 1936, “Las dos ciudades”, el obispo de Salamanca, Enrique Pla y Deniel deja bien a las claras que lo que se vive es una “santa Cruzada” para la Iglesia española: “Enhorabuena que los ciudadanos españoles, haciendo uso de un derecho natural, se hayan alzado para derrocar un gobierno que llevaba la nación a la anarquía […]. El carácter de la actual lucha que convierte a España en espectáculo para el mundo entero. Reviste, sí, la forma externa de una guerra civil, pero en realidad es una cruzada. Fue una sublevación, pero no para perturbar, sino para restablecer el orden […]. Una cruzada por la religión y por la patria y por la civilización”.
Evidentemente, no todos los religiosos actuaron de esta manera. Seguro que muchos que no estaban de acuerdo con estas consignas perecieron injusta y cruentamente. A todos ellos nuestra admiración y respeto como seres humanos vilmente asesinados. Pero, entre la jerarquía católica esto fue un desierto. Hasta el obispo de Pamplona, Marcelino Olaechea que alababa la bondad de esta guerra santa “vivimos una hora histórica en la que se ventilan los sagrados intereses de la religión y de la patria, una contienda entre la civilización y la barbarie” y bendijo a sus cruzados, se horrorizó de los crímenes y venganzas de los suyos: “Ni una gota más de sangre de venganza”. Pero sus palabras no tuvieron eco entre sus filas. Ya era demasiado tarde. La sangre de venganza corría por toda España. Asimismo, no importaba que se fuera religioso. Era muy importante ser religioso del bando fascista – tradicionalista, porque si no, se corría el riesgo de ser fusilado como a decenas de curas supuestamente nacionalistas o, si se protestaba contra estas infames acciones ser amenazado de muerte como le ocurrió al obispo de Vitoria, monseñor Mateo Múgica.
En cambio, la jerarquía católica y Franco fueron uña y carne. Unidos por una férrea cohesión ideológica y unos mismos objetivos. El obispo de Vic, Joan Perelló, quería una “profilaxis social”, sabía que se necesitaba un “bisturí para sacar la pus de las entraña de España”. La pus, evidentemente, eran las personas con una ideas políticas opuestas a las suyas. Para regocijo suyo, Francisco Franco, pensaba lo mismo que él y declaraba sentirse “dispuesto a exterminar si fuese necesario a toda esa media España que no me es afecta” con el propósito de “la restauración de la clásica y cristiana unidad de las ciencias, destruida en el siglo XVIII”. Y el cardenal primado, arzobispo de Toledo, Isidro Gomá, seguía tenazmente la línea ideológica del Movimiento Nacional: “Judíos y masones, envenenaron el alma nacional con doctrinas absurdas, con cuentos tártaros o mongoles aderezados y convertidos en sistema político y social en las sociedades tenebrosas manejadas por el internacionalismo semita”. Discurso histórico de la Iglesia Católica que tras la derrota nazi y el descubrimiento del Genocidio hubo que maquillar y hasta ocultar.
No solo el catolicismo español apoyó el golpe militar, cuando ya los crímenes eran bien conocidos y el nuevo régimen afirmaba sus postulados fascistas y totalitarios, el arzobispo de Westminster, cardenal Arthur Hinsley, en una carta remitida a Franco el 28 de marzo de 1939, en agradecimiento al envío de una foto autografiada por éste, le expresaba su admirada devoción: “Le considero el gran defensor de la verdadera España, el país de los principios católicos donde la justicia social católica y la caridad se aplicarán al bien común bajo un gobierno firme y pacífico”. El Vaticano mostró una extraña ambivalencia y pragmatismo político. Pío XI reconoció a Franco en mayo de 1938, aunque no tuviera una gran afinidad con él. Igualmente contradictorio fue su bendición de las tropas fascistas italianas que marchaban a invadir Abisinia en 1935. Luego Pío XII felicitaría efusivamente al general Franco en un telegrama, el 1 de abril de 1939: “Levantando nuestro corazón al señor, agradecemos sinceramente, con V.E, deseada victoria católica España”. Y, unos días más tarde, el 16 de abril de 1939, en un radiomensaje a los fieles de España se expresaba de tal forma: “Con inmenso gozo nos dirigimos a vosotros, hijos queridísimos de la Católica España, para expresaros nuestra paterna congratulación por el don de la Paz y de la victoria, con que Dios se ha dignado coronar el heroísmo cristiano de vuestra fe y caridad, probado en tantos y tan generosos sufrimientos”. Cierto es que hubo sufrimientos, pero por ningún sitio se atisbó un poco de “caridad” o “paz”. Y en ningún caso “piedad” o “perdón”.

La religión católica
La Influencia Pagana en la religión católica
En los siguientes audios, amig@ oyente, quiero hacerte llegar mi sensación de sorpresa, al estudiar sobre este tema y comprender que la mayoría de las fiestas, llamadas cristianas, tienen un trasfondo pagano y por lo tanto sin justificación ni cristiana ni bíblica. Mientras gran parte de la humanidad muere de escaces y hambre hay un submundo de falsas creencias con las manos manchadas de sangre que se se rindio hace mucho tiempo al diablo, a cambio de riquezas y poder, formando esta lacra las iglesias que fomentan y bendicen los asesinatos, las banderas, inquisiciones, guerras, ejercitos y armas haciendose inmundos, asesinos y asquerosos como el, su mision es destruir la bondad del universo.. Por supuesto eligieron dias especiales para ellos y comercialmente muchos se prendieron a miles de idolos disfrazandolos de santos propios vendiendo lo mas sagrado y ofendiendo al unico Dios vivo. Esta prostitucion de la verdad ha hecho que la Cristiandad actual se haya ganado merecidamente el titulo de Babilonia la Grande, la madre de todas las Rameras.
Babilonia la Grande
Culto a La Madre e Hijo
Culto a María
Santos, Santoral, y Simbolismo
Obeliscos, Templos y Torres
¿Es la cruz un simbolo Cristiano?
Constantino y La Cruz
Reliquias del Romanismo
Fraude Religioso
¿Fue Pedro el Primer Papa?
Origen Pagano Del Oficio Papal
Inmoralidad Papal
Son Infalibles Los Papas
La inhumana Inquisición
Alejandro Dumas, en su novela “La Reina Margot”, referida a ese hecho, muestra a un rey
débil, cobarde, inconsistente e incapaz de ejercer su autoridad, frente a una madre
controladora y vengativa, que a su vez manipulaba a su antojo al círculo rojo del rey.
Más allá de la novela –magistralmente llevada al cine bajo la dirección de Patrice Chéreu,
el hecho histórico demuestra cómo una diferencia religiosa, puede desencadenar en una
catástrofe, cuando alguien piensa que dios debe hablar para dirimir un asunto.
En realidad, el conflicto entre protestantes y católicos no es la fe en dios, pues ambos
creen en el mismo dios, con iguales atributos y parecida historia. El verdadero dilema,
es que los protestantes se asumen con más dignidad humana y adoptan una fe, digamos, más
racional y enfrentan la corrupta iglesia católica, instaurando nuevas formas para realizar
los ritos y, sobre todo, para la conducta de las jerarquías.
En una palabra, se trata de un problema de poder, más que de fe.
Y es ahí cuando, de manera maliciosa y corrupta, quienes defienden unos intereses, se
aprovechan verdaderamente de la fe de las personas y las instan a actuar, supuestamente,
en el nombre de dios, pero de una manera animal.
La Matanza de San Bartolomé, en 1572, exigió auténticas hordas de asesinos “peinando”
las calles de París sistemáticamente, pues los muertos se contaron por miles en una
sola noche. Nadie en su sano juicio hubiese salido a las calles a asesinar gente
indiscriminadamente, sobre todo con armas punzocortantes, a no ser porque se les
enajenó a través de una fuerza mucho más intensa que la razón (la fe), pero manejada
de manera desvirtuada.
Ninguna de las tres mayores religiones monoteistas del mundo (católica, judía y musulmana),
considera siquiera la posibilidad de que los humanos actúen en nombre de dios en ningún
momento. Más aún, por lo menos la religión católica señala en numerosas ocasiones, que dios
es todopoderoso, lo cual, en lógica formal, elimina de entrada la necesidad de que nadie
actúe o asesine en su nombre.
Pero enardecidos por el engaño de los poderosos, los creyentes son capaces de actuar de
manera brutal, e irracional, como ocurrió en aquella noche fatídica en París, en el siglo XVI,
pero como hemos visto también miles de ejemplos en casi todos los siglos y países imaginables.
(Por ejemplo, Canoa, en Puebla, a principios de los años 70 del siglo pasado).
Conozco a un periodista palestino, muy callado y analítico, a quien un día le preguntaron su
opinión sobre el conflicto religioso entre judíos y árabes. Su respuesta no pudo ser más
ilustrativa: “nuestro problema no es con los judíos; es con los sionistas”. Es decir, no es
un problema de fe, sino de poder y de expansionismo, al que se ha revestido deliberada,
falsa e injustamente, de un ropaje religioso para hacerlo más “creíble”. Es decir, una vez
más, el abuso respecto al nombre y “deseos” de dios, interpretado al antojo de los poderosos
en turno, para “justificar” las más feroces y animales atrocidades.
No opio sino veneno y nos lo quieren cobrar. No contribuyas a la pedofilia
istitucionalizada, ni un euro para la gran Babilonia.
Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro
padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza,
porque es mentiroso y el padre de la mentira.
Evangelio del apostol Juan 8:44
«Se acercaron entonces los discípulos a Jesús, y le dijeron: Mira, los fariseos se
han sentido ofendidos al oir esas palabras. Jesús les respondió: Cualquier planta
que mi Padre celestial no haya plantado, tendrá que ser arrancada. No les hagáis
caso, porque esos son ciegos que intentan guiar a otros ciegos; y si un ciego se
hace guía de otro ciego, ambos caerán juntos en el mismo hoyo.»
Evangelio de Mateo 15:12-14