
Yahvé no es el Dios de Jesús

Historia de la evolución de la vida en el planeta, contada desde una perspectiva que se parece a la teoría del ocultismo, no todo, en especial la parte de los logos, excelente documental para comprender un poco mejor las cosas, igual no crean lo que dicen, solo investiguen, el que busca encuentra, dicen por ahí.
Jesús de Nazaret fue el mayor maestro espiritual de la historia, y los textos bíblicos, en especial el Antiguo Testamento, apuntan a que la filosofía de Jesús no tenía nada que ver con Yahvé, un Dios colérico, cuyo rostro verdadero era Enlil. ¿Quién era pues el «padre» compasivo, amoroso y sabio del que hablaba Jesús?..
Yavé-Jehová, el cruel
¿Conoce usted, querido lector, los libros del Antiguo Testamento en su hebreo original? ¿Es usted especialista en arameo, el idioma hablado por Jesucristo y sus discípulos, todavía conservado por algunas pequeñas comunidades sirias, entre ellas la atribulada ciudad de Malula? ¿Ha leído usted el Nuevo Testamento en el griego koiné en que se compuso? Yo tampoco. Todo mi conocimiento bíblico me ha llegado, como casi seguramente a usted, a través de traducciones. Y, como ya se sabe, traduttore, traditore.
Acabo de leer el Antiguo Testamento, en la versión inglesa de 1970, desde la primera palabra del Génesis hasta la última de Malaquías. Y lo que quiero decir en primer lugar es que Yavé, el Dios hebreo, me ha parecido un tirano abominable. No creo que por culpa de la traducción. Ninguna, por defectuosa que fuera, podría ocultar el hecho patente de que se trata de una deidad tremebunda. Una deidad que, habiendo (se supone) inventado la risa, no suelta una en todo el volumen, y mucho menos una carcajada.
Yo ya sabía que era de cuidar, toda vez que a mí me tocó nacer en el seno de una familia protestante puritana más apegada al Antiguo que al Nuevo Testamento. Sabía, sí, por los pasajes del mismo leídos desde el púlpito, que nuestro Dios era muy exigente con los suyos. Que se trataba de un Padre de marcada tendencia iracunda, satisfecho con su gente cuando se comportaba bien pero inexorable si dejaba de obedecer sus mandatos, que eran muchos. Lo que desconocía era la verdadera dimensión de su brutalidad. Ahora lo sé. Y me he quedado helado.
El mismo Yavé se autoproclama en los textos sagrados dios vengativo, dios dispuesto a todo lo que haga falta. Una y otra vez les va recordando a los israelitas cómo les sacó de su larga esclavitud en Egipto y firmó con ellos una alianza para toda la eternidad. Cómo ha venido allanando para ellos el camino hacia Canaán, la Tierra de Promisión, repleta de leche y miel. Cómo les ha dado su palabra de limpiar el tan anhelado homeland de los adversarios que lo usurpan para que, cruzado el Jordán, lo puedan ocupar sin demasiada dificultad. Por todo ello, insiste, es su obligación amarle de manera incondicional. ¿Y qué hacen? Pues postrarse ante ídolos de su invención, elevar altares paganos, entregarse a otras aberraciones. Son incorregibles. Y por ello van a recibir su merecido. He aquí un dios que podría hacer suyo el famoso lema español de «Quien me lo hace me lo paga».
Cuesta trabajo entender una mentalidad capaz de amar a un dios tan implacable, que ahoga a su propia creación bajo un diluvio descomunal, ordena lapidar a los pecadores y que siempre, tras un provisional alto de fuego, vuelve a las andadas.
Las cifras de las pérdidas ocasionadas por su intervención directa en los asuntos del pueblo elegido son espeluznantes. En 2/Samuel, por ejemplo, se nos relata que, para castigar una falta de David, organiza una pestilencia en Israel que mata la friolera de 70.000 personas.
En 2/Crónicas nos enteramos de cómo, enrabietado, interviene para que medio millón de los guerreros israelitas más escogidos, nada menos, sean despachados a gusto por el rey de Judá.
Si trata así a los suyos, no cuesta trabajo imaginar lo que hace con los enemigos declarados de estos, a quienes les suele enviar, cuando no los quita de en medio directamente con la espada justiciera, enfermedades y plagas de todo tipo (langostas, almorranas, sarna, tiña, locura, tumores… ). «Ira y furor», así resume Moisés, su profeta, el proceder de Yavé.
EL ANTIGUO Testamento, al pie de la letra, es pura dinamita…, o bomba atómica. Y así lo toman los judíos ultraortodoxos de Israel, que pasan la vida aprendiéndolo de memoria y se están multiplicando tan bíblicamente que en 20 años podrían acceder al poder. El fanatismo (del latín fanum, templo) es siempre una calamidad, y más el fanatismo monoteísta. De ello saben mucho los cristianos, que estuvieron siglos matando, y entrematándose, en nombre de Dios y su Hijo Crucificado.
En el año 586 a.C., el rey Nabucodonosor II, soberano del poderoso Imperio babilónico y representante en la tierra del dios supremo Marduk, rey de los dioses, abatió las murallas de Jerusalén, saqueó la capital del reino de Israel y redujo a cenizas el templo de los judíos. Miles de sus habitantes fueron pasados a cuchillo, y los pocos que sobrevivieron —sobre todo la élite culta, los sacerdotes, los militares y la realeza— fueron enviados al exilio en un claro intento de acabar con Israel como nación. Y si Israel dejaba de existir, lo mismo le ocurriría a su dios, Yahvé.
En el Oriente Próximo antiguo, una tribu y su dios se consideraban una sola entidad, unidos por un pacto en virtud del cual la tribu cuidaba del dios ofreciéndole culto y sacrificios, y este devolvía el favor protegiéndola de todo daño, ya fueran inundaciones, hambrunas o, en la mayoría de los casos, tribus extranjeras y sus dioses. De hecho, la guerra en el Oriente Próximo antiguo no se consideraba tanto una lucha entre ejércitos como una contienda entre dioses. Los babilonios conquistaron Israel no en el nombre de Nabucodonosor, su rey, sino en el de Marduk, su dios. Creían que este peleaba en el campo de batalla a favor de los babilonios y conforme a la alianza que Marduk había suscrito con Nabucodonosor.
Los israelitas tenían el mismo pacto con su dios. Yahvé era el señor de Israel, y por lo tanto le correspondía a él defenderlos. Las sangrientas batallas entre los israelitas y sus enemigos, que ocupan gran parte de los primeros libros de la Biblia, se presentaban explícitamente como una lucha entre Yahvé y los dioses extranjeros. De hecho, este se encargaba a menudo de planear, dirigir y ejecutar las batallas en nombre de Israel.
«David consultó entonces al Señor: “¿Puedo subir contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano?”. El Señor respondió: “[…] No subas, haz un rodeo y los alcanzarás frente a las moreras”» (2 Samuel 5, 19-23).
Esta identificación explícita de una tribu con su dios nacional tuvo profundas implicaciones teológicas para los pueblos de la Antigüedad. Cuando Yahvé ayudó a los israelitas a aplastar a los filisteos, demostró que el dios de Israel era más poderoso que el de los filisteos, Dagón. Pero cuando los babilonios destruyeron a los israelitas, la conclusión teológica era que Marduk, el dios de Babilonia, era más poderoso que Yahvé.
Para muchos israelitas, la destrucción de su templo, la Casa de Yahvé, suponía algo más que el fin de sus ambiciones nacionales. Era el fin de su religión. Privados de los ritos y rituales que constituían la base de su devoción religiosa y, por lo tanto, de su propia identidad como pueblo, no tenían más remedio que rendirse a la nueva realidad. Adoptaron nombres babilónicos, estudiaron las escrituras babilónicas y comenzaron a adorar a los dioses babilónicos.
Quizá la destrucción y el exilio de Israel formaran parte del plan divino de Yahvé desde el principio
Pero entre los exiliados había un grupito de reformadores religiosos que, ante la perspectiva inaceptable de reconocer la derrota de Yahvé a manos de Marduk, hallaron una explicación alternativa: quizá la destrucción y el exilio de Israel formaran parte del plan divino de Yahvé desde el principio. Tal vez estaba castigando a los israelitas por creer en Marduk. Quizá Marduk no existía.
Fue precisamente en este momento de angustia espiritual en que el reino de Israel había sido devastado y el templo de Yahvé, derribado y profanado, cuando se forjó una nueva identidad, y con ella una manera completamente nueva de entender lo divino.
Primera aparición
El dios que acabaría llamándose Yahvé hizo su primera aparición, en forma de zarza ardiente, en algún lugar del desierto pedregoso del noreste del Sinaí. «Este es mi nombre para siempre —le dice Yahvé al profeta Moisés—, y así me llamaréis de generación en generación» (Éxodo 3, 15).
Moisés se encuentra en este desierto baldío, dice la Biblia, porque huye de la ira del faraón. Según el libro del Éxodo, los israelitas que, unas pocas generaciones antes, habían seguido a los descendientes del patriarca Abrahán a la tierra de Egipto se habían vuelto tan numerosos y poderosos que fueron despojados de su riqueza y libertad y forzados a la esclavitud. Tan temidos eran en Egipto que el faraón en persona ordenó que ahogaran en el Nilo a todos los israelitas recién nacidos.

Sin embargo, fuera como fuese, un niño se salvó. Sus padres, descendientes de sacerdotes levitas, lo metieron en una canasta de papiro cuando solo tenía tres meses y dejaron que la corriente lo arrastrara entre los juncos de la orilla del río, donde lo encontró la hija del faraón, que se apiadó del niño, lo llevó consigo y lo crio como a un miembro de la realeza egipcia.
Un día, cuando Moisés ya era mayor, se mezcló entre la gente y presenció el trabajo agotador que se imponía a los israelitas. Vio a un capataz egipcio que golpeaba a un esclavo israelita y, en un arrebato de ira, Moisés mató al egipcio. Temiendo por su vida, huyó de Egipto y buscó refugio en lo que la Biblia llama «la tierra de Madián». Allí conoció a un «sacerdote de Madián» que lo acogió en su hogar y su tribu y le dio a su propia hija, Séfora, en matrimonio.
Pasaron muchos años, durante los cuales Moisés rehízo su vida con su familia madianita en la casa de su suegro el sacerdote. Una tarde, mientras cuidaba del rebaño de este, Moisés lo condujo más allá del desierto, hasta el pie de un lugar sagrado para los madianitas llamado «la montaña de Dios». Allí fue donde se encontró con la deidad misteriosa que se presentó como Yahvé.
El Dios verdadero no necesita nombre, un Dios infinitamente bueno, justo y todopoderoso es el que es, eterno y sin ambigüedades.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16

Dios es amor
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 1 Juan 4:7-9

Además de los doce dioses principales y las innumerables deidades menores, los antiguos griegos adoraban a una deidad que ellos llamaban Agnostos Theos, es decir: el dios desconocido. En Atenas, hubo un templo dedicado específicamente a este dios y muy a menudo que los atenienses prestaban juramento “en el nombre del dios desconocido” (Νή τόν Άγνωστον Ne ton Agnoston). Apolodoro de Atenas, Filóstrato el Joven y Pausanias escribieron también sobre el dios desconocido. El dios desconocido no era tanto una deidad específica, sino una representación, de un dios o dioses que realmente existía, pero cuyo nombre y la naturaleza no se reveló a los atenienses o al mundo helénico en general.
De acuerdo con una historia contada por Diógenes Laercio, Atenas cayó una vez en las garras de una plaga y estaban desesperados por apaciguar a los dioses con los sacrificios apropiados. Así, Epiménides reunió a un rebaño de ovejas en el Areópago y posteriormente las liberaron. Las ovejas comenzaron a deambular por Atenas y las colinas circundantes. Por sugerencia de Epiménides siempre que una oveja se detenía, se establecerá un sacrificio al dios local de ese lugar. Muchos de los jardines y los edificios de Atenas se asociaron de hecho, con un dios o una diosa específica por lo que el altar fue construido y adecuado el sacrificio. Sin embargo, al menos una, si no varias ovejas, llevaron a los atenienses a un lugar que ningún dios había asociado con él. Así, un altar fue construido allí sin el nombre de un dios inscrito en él.
Tloque Nahuaque (en náhuatl ‘el que está cerca, al lado y alrededor de las cosas’‘tloc, cerca, a lado; nahuac, cerca, alrededor; “Señor de lo cercano y lo lejano” «cabe quien está el ser de todas las cosas, conservándolas y sustentándolas» Moyocoyani (en náhuatl: Aquel que se creó a sí mismo; “Señor que se crea o inventa a sí mismo mediante su propio pensamiento” es la deidad principal de los pueblos náhuatl, y en la mitología mexica es el dios protógono de la existencia e inexistencia, creador y ordenador de todas las cosas, creador de la primera pareja de humanos y jefe supremo de las cinco edades del mundo o cinco soles; Originalmente era un dios del misterio y lo desconocido implicando un solo dios creador de todo lo existente en el cosmos; En su libro ‘Filosofía Náhuatl’, Miguel León-Portilla profundiza en el significado del término mencionado (así como de muchos más).
Un solo Dios y una sola causa, que fue aquel decir que era substancia y principio de todas las cosas; y es así, que como todos los dioses que adoraban, eran los dioses de las fuentes, ríos, campos y otros dioses de engaños, concluían con decir: Oh Dios en quien están todas las cosas, que es decir el Teotloquenahuaque, como si dijéramos agora, aquella persona en quien asisten todas las cosas acompañadas, que es solo una esencia. Finalmente este rastro tuvieron, de que había un solo Dios, que era sobre todos los dioses…”
¿Quién es el PADRE CREADOR?
Jesús revela la esencia del Padre a su discípulo amado: ¿Quién es Dios ?
¿Quiénes conforman el Padre? ¿Cómo puedo llegar a conocerle y formar parte del él?

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Las profecías de Juan de Jerusalén


Libro semanal
La edad de la razón


Arquitectos del Engaño


Adrenocromo, la droga de los Dioses
Human sacrifices: the elite against the gentiles

El retorno De los brujos
EL ACIAGO DEMIURGO

FUERZAS OCULTAS
El Gran Cabestro
Especial Panmierda
Vacúnaté y muere
No tardes, tus muertos te esperan
La raiz de las muertes, Virus y 5G
5g lo que las empresas nos ocultan

Cristina Martín en directo – La verdad de la pandemia

Alicia en el país de los leprosos y las mascarillas
Y MIENTRAS SIGAN LOS PERROS
OTRO AÑO SIN ESPERANZA


Madrugá de 2021 – Semana Santa de Sevilla

Felicidades a todos

Que la paz y el amor colme de felicidad a todos los hombres de buena voluntad y que en estos días aciagos de engaño que sufre la humanidad se disipen pronto con la ayuda de Dios y nuestro Señor Jesús lo superemos mediante la paciencia y la fe.
Feliz Navidad
Jesús de Nazaret, también llamado el Cristo, (provincia de Judea, Imperio romano; ca. 4 a. C.-Jerusalén, Imperio romano; 30-33 d. C.), fue un predicador y líder religioso judío del siglo 1º. Es la figura central del cristianismo y una de las más influyentes de la historia.
Prácticamente todos los historiadores de la Edad Antigua afirman la existencia histórica de Jesús. Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su persona, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo 1º en las regiones de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno del procurador romano Poncio Pilatos.
La figura de Jesús está presente en varias religiones. Para la mayoría de las ramas del cristianismo, es el Hijo de Dios. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior resurrección, redimió al género humano.
UNIDOS FRENTE AL NUEVO ORDEN MUNDIAL


Audio
¿Cuán cerca está (según las profecías biblicas) el fin del mundo?
Observando la actualidad de nuestro planeta notamos que la Biblia sigue cumpliendo sus profecías. Estamos en tiempos difíciles pero cargados de esperanza en Cristo para los hijos de Dios.
El maldito plan mundial globalista
Despoblación Mundial
Decía el viejo Malthus que toda la historia de la humanidad es una lucha a navaja entre el miedo y el instinto. Si ganaba el miedo a la miseria, a la pobreza y al hambre, todo bien. Si, en cambio, al hombre le «arrastra su instinto, la población crece más que los medios de subsistencia» y el resultado la catástrofe, la guerra y las hambrunas. Lo que ocurre es que Malthus se equivocaba.
Por eso las cifras de la ONU son un problema; porque si echamos la vista atrás, son creíbles. En los últimos 200 años, la población ha crecido como nunca hubiéramos podido imaginar y, sin embargo, si falta comida en alguna parte del mundo no es porque no se pueda producir. Aunque los límites físicos y medioambientales de la Tierra son finitos, hemos resultado ser bichos muy resistentes.
Aunque la confianza vana en el progreso es peligrosa, las grandes políticas internacionales van encaminadas a prepararnos para la superpoblación. Pero, ¿y si estuviéramos mirando mal los datos? «La población mundial nunca llegará a los nueve mil millones de personas. Alcanzará un máximo de 8 mil millones en 2040, y luego disminuirá”, explicaba en The Guardian Jørgen Randers, un demógrafo noruego conocido por sus trabajos sobre superpoblación. No es una opinión aislada, cada vez hay más expertos que señalan que las alarmas de sobrepoblación igual estaban equivocadas.
Vacunas Mortales
CNN en un artículo promocional de la vacuna le dice al público que no deben alarmarse si la gente comienza a morir después de ponerse la vacuna, explican que ” pueden ocurrir muertes que no necesariamente tengan nada que ver con la vacuna”. ¿Qué clase de argumento es este? Es posible que te mueras pero no hay de que preocuparse. ¿Qué le está ocurriendo al mundo?
Esto se encuentra en un artículo titulado “¿Por qué vacunar a nuestros más débiles?”, En él la Dra. Kelly Moore directora asociada de la Immunization Action Coalition (coalición de acción de inmunización), advierte que en personas frágiles y de edad avanzada las vacunas no funcionan tan bien como en las sanas.
Es decir, está doctora nos está aclarando que la agenda programada es exterminar a las personas frágiles y adultos mayores, pues sino se ven afectadas por el virus, la “solución” de vacunarse también los llevará a la tumba. Además agrega que no debemos alarmarnos si personas comienzan a morir después de suministrada la vacuna. Es decir, los medios están preparando psicológicamente a las personas para que les parezca algo normal el genocidio masivo.
En el informe Moore dice que los estadounidenses necesitan entender que pueden ocurrir muertes que no necesariamente tienen que ver con la vacuna.
Para el gremio médico de la coalición de acción de inmunización no es sorprendente que por “coincidencia” después que la vacunación ocurra alguien fallezca a pocos días, y de paso aclaran que eso no es necesariamente a causa de la vacuna, sino simplemente porque ese es el lugar donde residen las personas al final de sus vidas. La Dra. Nos está diciendo que no es por la vacuna es que casualmente la muerte decidió ese día pasar y bueno, es normal que las personas mayores mueran.
Esta clase de cinismo es increíble, si una persona que tiene alguna enfermedad de la vejez característica de la edad, se encuentra en control y saludable, no es normal que muera después de una vacuna, ni tampoco es casualidad es que la doctora nos acaba de comprobar que la vacuna no es segura, sino letal y que ni ellos mismos saben las reacciones de la misma. Pues no es normal que luego de la vacuna horas o de uno a dos días después mueras, pues esto también lo dice la doctora en el informe.
Dra. No es que la muerte decidió pasar un día, es que la vacuna provoca que las personas que ustedes denominan “frágiles y de edad avanzada” mueran como consecuencia de la administración de la vacuna. Pues afirma como normal la muerte después de uno o dos días después de la vacuna.
“Eso sería algo que esperaríamos, como algo normal, porque la gente muere frecuentemente en los asilos” con esto culmina la doctora.
Indicando que las vacunas no son seguras para nada, una vacuna no debería matarte.
Video
Si eres cristiano, ¿qué haces poniéndote vacunas hechas de fetos humanos?
Libertad, que gran palabra, carcelero, tu nunca podrás gozarla
e
¡ Unidad !


12 del 12
¡A la calle!» El 12 a las 12, «contra un gobierno criminal y autoritario»
El líder de Vox Santiago Abascal anima a hacer de la Fiesta Nacional «un grito de libertad» con manifestaciones en coche en toda España. Abascal argumenta que «este gobierno nos está matando con su incompetencia frete al virus y nos está arruinando con sus medidas totalitarias y absurdas».

Abascal argumenta que «este gobierno nos está matando con su incompetencia frete al virus y nos está arruinando con sus medidas totalitarias y absurdas», motivos por los que anima a los españoles a manifestarse para que «el lunes obliguemos a los mafiosos a dimitir».

Gobierno de Culpables, asesinos, mentirosos, e inútiles
Lacayos y perros del Nuevo Orden Mundial

Si todo el mundo se arrodilla, ¿quién se
alzará en defensa de la historia y la cultura
de Occidente?

¡¡Lucha por la humanidad!!
CONTRA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL


1]“Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados.”. Esta frase tiene parte de razón, es decir por un lado queremos ayudar a los demás, pero siempre y cuando nos ayuden a nosotros. Por ello yo pienso que ayudar al resto funciona igual que un bucle, en el cual si uno ayuda el otro deberá ayudar. Los seres humanos que hacemos feliz a otra persona la mayoría de las veces queremos recibir una respuesta. Es decir, si la persona con la cual hemos interactuado no nos proporciona nada nosotros dejaremos de proporcionarle felicidad.

“Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos”. Los avances tecnológicos son constantes pero el problema principal es que estos avances tecnológicos que facilitan la búsqueda de la felicidad solo llegan a las sociedades más ricas. Lo que hace que las sociedades más pobres tengan que vivir con más dificultades. Esto provoca la división entre el 1 mundo y 3 mundo el cual se basa en la pobreza. Además, a la inmensa mayoría del 1 mundo no le importa ni un mínimo la calidad de vida del 3 mundo solo les interesa ellos mismos.
“Mas que maquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.” Para que la sociedad avance de una manera adecuada el ser humano necesita ser consciente de lo que sucede en el mundo y no únicamente de lo que le afecte a él. Es decir, el ser humano solo interactúa cuando se ve afectado por un caso o un suceso. Esto provoca un sistema de ignorancia el cual hace que los poderosos tengan aún más poder y el pobre sea aún más desgraciado. Los avances tecnológicos y médicos facilitan y alargan la vida humana, pero a estas facilidades solo tiene acceso un tercio del mundo.

“Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros” Esto es cierto hay inventos que se han creado para mejorar la sociedad humana y facilitar la vida del ser humano. Aunque siempre existe el tema de como usemos esos inventos. El ejemplo más sonado es internet el cual ha hecho que todas las personas podemos comunicarnos con otros, pero por otro lado nuestros datos pueden ser usados de forma maliciosa. Hay inventos que se han generado por el simple hecho de tener miedo a otros, como podría ser el invento de las armas de fuego la cual a mi parecer únicamente se utiliza para generar dolor a otras personas.
“No os entreguéis a ésos que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina. ” Esto es indiscutible ya que, todos los países tienen su tipología de educación. Si te apartas de ella serás tratado como un extraño o un desperdicio de la sociedad a la cual perteneces. La educación que dan en los colegios es similar en todos los sitios, no digo que no sea necesaria, pero haciendo correlación a mi post anterior cada persona es un mundo. Por ello cada persona debería recibir una educación diferente. Ha esto hay que añadir que para los políticos únicamente somos datos que se muestran en el gráfico, exceptuando los casos en los cuales las personas son excesivamente ricas en comparación al resto de la sociedad.

La conclusión que saco de este video, es que al final todas las personas somos diferentes, pero actuamos para buscar nuestra propia felicidad sin tener en cuenta la felicidad del resto. Cuando en realidad la búsqueda de la felicidad se debería realizar ser de forma grupal.
Para acabar el post podre una de las frases finales del discurso la cual hace referencia a que la unión de todos haría que el mundo funcionara mejor:
“Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.”.
¡¡Lucha por la humanidad!!
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Si todo el mundo se arrodilla, ¿quién se
alzará en defensa de la historia y la cultura
de Occidente?


















Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres, Juan 8:31-38













Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. – Efesios 6:12


Nada hay cuidadosamente ocultado que no haya de revelarse
ni secreto que no llegue a saberse”. Evangelio de Lucas 12:2


Quis custodiet ipsos custodes?
El egoismo mediante la deshumanización de las personas
las comvierten en borregos del Sistema. Superduque


Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo,
no procuran la transmisión de esos conocimientos.“ Miguel de Unamuno











Pepe Mujica

HUMAN – Pepe Mujica (de Yann Arthus-Bertrand) from Gabriela Ichaso on Vimeo.
Pepe Mujica es un ex floricultor, ex guerrillero, ex prisionero y expresidente de Uruguay, un pequeño país de 3,3 millones de habitantes en América Latina. Su hablar franco, su modo de vida simple y sus incesantes críticas de la sociedad de consumo y del modelo capitalista lo convirtieron en una estrella internacional.
Socialista, panteísta, Republicano, El ex presidente de Uruguay presenta dos películas en Venecia: ‘La noche de 12 años’, sobre su cautiverio en La dictadura y un documental firmado por Emir Kusturica sobre su vida.
De repente, una estrella. «Más bien estrellado», corrige serio. Sea como sea, José Mujica (Montevideo, 1935), y al que todo el mundo a su alrededor llama Pepe, es desde hoy mismo actor. Y, por sus modales ante la prensa, se diría que consagrado. Sólo él puede presumir de tener dos películas en la Mostra de Venecia. Pero, aún más importante, sólo él puede estar orgulloso, o cuanto menos satisfecho, de ser él mismo. Sin más, con sus accidentes, sus deberes cumplidos y, claro está, sus manías. Que también. El que fuera el presidente número 40 de Uruguay presenta esta misma noche el retrato en forma de película firmado por Emir Kusturica El Pepe, una vida suprema, y lo hace un día después de ver como parte de su vida, la más dura, es retratada en La noche de 12 años, de Álvaro Brechner.
Esta última narra el cautiverio que él y otros dos compañeros del movimiento Tupamaro sufrieron durante la dictadura militar desde 1973 hasta 1985. En el tiempo que anuncia el título no conocieron nada más que la soledad; un aislamiento forzado y cruel «que mordía», dice. La cinta se detiene puntual y rigurosa en exactamente eso: el silencio de unos hombres encerrados, apaleados, maltratados y solos. Completamente solos. Con pulso, el director reconstruye la geografía desolada de un tiempo desposeído de su propia condición de tiempo. «Lo que viví», dice Mujica, «me dejó todo lo que compone mi pequeño capital humano. Por eso mismo, me esforcé en no quedar prisionero del odio. Porque pude pensar… Ese tiempo me permitió rumiar todo lo leído. Pero, nunca me preocupé de cobrarle nada a nadie. Como cobrador sería un desastre».
“Pobres no son los que tienen poco, son los que quieren mucho”
«En la crisis del coronavirus «lo único que está claro es la incertidumbre y la mentira»
Si se le pregunta por la venganza, alza sorprendido las cejas. «No la cultivo», dice. Y sigue: «La naturaleza nos puso los ojos hacia adelante, y hay cosas del pasado que hay que cargar con una mochila y andar con ella. Hay cuentas que no las paga nadie ni se deben intentar cobrar. Sólo vivimos hacia adelante. Lo importante de la vida es mañana». Si en cambio se le inquiere sobre la forma de sobrevivir en tan duras condiciones, se limita a abrir mucho los ojos: «No hay fórmulas. Cuando salimos de esa peripecia nos atendieron todo tipo de psicólogos. Quizá nos hemos quedado un poco locos». Y si la cuestión, por fin, es la del perdón, entonces lo que levanta son los hombros: «El odio es ciego, como el amor, pero el amor es creador. El odio sólo nos destruye». Y ahí lo deja.
Cuenta que el ritmo de unos días oscuros y sin luz, se lo marcaban los detalles. «Las ratas aparecían siempre a la una de la mañana», recuerda. Se muestra convencido de que las mejores y más profundas enseñanzas provienen de la adversidad. «No sería lo que soy sin ese tiempo que pasé en soledad conmigo mismo». Y dice saber del valor real de asuntos habitualmente tan poco tenidos en cuenta como caminar, dibujar y repensar todo lo leído. «Claro está, para hacer esto hay que tener mucho tiempo», afirma y sonríe. Con los ojos más que con la boca.
Cuando llega el momento de opinar y de hacerlo sobre el mundo, entonces Mujica saca a relucir el político que fue y que, pese a todo, sigue siendo. Cauto. «El nacionalismo es bueno porque sirve para crear una identidad, pero cuando cae en fanatismo, es peligroso porque destruye», comenta sobre la situación en Cataluña y fuera de ella incluso. «Un millón de españoles fueron en un año a México y ahora resulta que España se asusta de los inmigrantes», comenta parco, pero claro. ¿Y sobre la memoria histórica? Al fin y al cabo, Uruguay como España han tenido las dos que poner en orden un pasado cruento para imaginar un futuro soportable. «Ustedes los españoles no tienen un problema con la memoria histórica, tienen varios. No sé. Dicen que la memoria histórica es muy importante. Dicen. Yo lo que he visto por la historia es que el único bicho capaz de tropezar dos veces con la misma piedra se llama homo sapiens. Uno aprende con lo que vive, no con lo que le cuentan», concluye quizá algo críptico, pero muy en el papel de Mujica. Cosas de ser toda una estrella.
Y dicho lo cual, vuelve al cine, a su película, para reconocer que en ese tiempo de prisión y tortura acabó por reconocer mucho de lo que ahora le define. Y es. «Cosas como un colchón, un vaso de agua o un váter donde orinar me hacía feliz. Los humanos nos hacemos unos líos bárbaros por nada y pasamos todo tipo de angustias por cualquier cosa. Si tengo una casa y comida en la nevera ¿para qué más?». Palabra de estrella. Quién lo diría.
En vivo
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SPEED TEST










Al Dios desconocido

The Lonely Shepherd. How beautiful this world is! from Veniamin Tseytlin on Vimeo.
¿quién, aún, me da calor?
Tiéndeme manos ardientes,
dale brasas a mi corazón…
ofrécete, sí, entrégate a mí,
¡tú, el más cruel enemigo!
¿Huyó? Él mismo ha huido,






mi único compañero,
mi gran enemigo,
mi desconocido,
¡el Dios verdugo!
¡No! ¡Vuelve otra vez!
¡Con todos tus suplicios!
Vuelve a mí,
¡al último solitario!






Mis lágrimas, a torrentes,
discurren en cauce hacia Ti,
y encienden en mí el fuego
de mi corazón por Ti.
¡Oh, vuelve, mi Dios desconocido!
Mi dolor, mi última suerte,
¡mi felicidad!






Friedrich Nietzsche












Además de los doce dioses principales y las innumerables deidades menores, los antiguos griegos adoraban a una deidad que ellos llamaban Agnostos Theos, es decir: el dios desconocido. En Atenas, hubo un templo dedicado específicamente a este dios y muy a menudo que los atenienses prestaban juramento «en el nombre del dios desconocido» (Νή τόν Άγνωστον Ne ton Agnoston). Apolodoro de Atenas, Filóstrato el Joven y Pausanias escribieron también sobre el dios desconocido. El dios desconocido no era tanto una deidad específica, sino una representación, de un dios o dioses que realmente existía, pero cuyo nombre y la naturaleza no se reveló a los atenienses o al mundo helénico en general.
De acuerdo con una historia contada por Diógenes Laercio, Atenas cayó una vez en las garras de una plaga y estaban desesperados por apaciguar a los dioses con los sacrificios apropiados. Así, Epiménides reunió a un rebaño de ovejas en el Areópago y posteriormente las liberaron. Las ovejas comenzaron a deambular por Atenas y las colinas circundantes. Por sugerencia de Epiménides siempre que una oveja se detenía, se establecerá un sacrificio al dios local de ese lugar. Muchos de los jardines y los edificios de Atenas se asociaron de hecho, con un dios o una diosa específica por lo que el altar fue construido y adecuado el sacrificio. Sin embargo, al menos una, si no varias ovejas, llevaron a los atenienses a un lugar que ningún dios había asociado con él. Así, un altar fue construido allí sin el nombre de un dios inscrito en él.
Tloque Nahuaque (en náhuatl ‘el que está cerca, al lado y alrededor de las cosas’‘tloc, cerca, a lado; nahuac, cerca, alrededor; «Señor de lo cercano y lo lejano» «cabe quien está el ser de todas las cosas, conservándolas y sustentándolas» Moyocoyani (en náhuatl: Aquel que se creó a sí mismo; «Señor que se crea o inventa a sí mismo mediante su propio pensamiento» es la deidad principal de los pueblos náhuatl, y en la mitología mexica es el dios protógono de la existencia e inexistencia, creador y ordenador de todas las cosas, creador de la primera pareja de humanos y jefe supremo de las cinco edades del mundo o cinco soles; Originalmente era un dios del misterio y lo desconocido implicando un solo dios creador de todo lo existente en el cosmos; En su libro ‘Filosofía Náhuatl’, Miguel León-Portilla profundiza en el significado del término mencionado (así como de muchos más).
Un solo Dios y una sola causa, que fue aquel decir que era substancia y principio de todas las cosas; y es así, que como todos los dioses que adoraban, eran los dioses de las fuentes, ríos, campos y otros dioses de engaños, concluían con decir: Oh Dios en quien están todas las cosas, que es decir el Teotloquenahuaque, como si dijéramos agora, aquella persona en quien asisten todas las cosas acompañadas, que es solo una esencia. Finalmente este rastro tuvieron, de que había un solo Dios, que era sobre todos los dioses…»
The Unknown God?











Volver en primavera

Cuerdas que rasgan la noche, luceros en tus pupilas
la claridad de tu pelo y una pasión encendida.
Rondando en el firmamento de tu cuerpo la ternura
del carmín y de los besos robados a la locura.

Busca las luces del alba el corazón de la luna
el rumor se desvanece, muere el amor, nace el día.





Templaba el aire sones nuevos
en la cumplida mañana de una primavera
que el viento del amor trajera

Narcisos de color dorado
reflejaban la silueta entretejida
de los juncos ondeantes del estanque
de las ideas dormidas

Y al sueño sucedió la realidad
arrastrando tras de sí mi desventura
estaba ya en Sevilla, era temprano,



no despertad a la niña, rodeadla de mil lazos
que la vela la giralda y la nana estan cantando
Strings that tear the night, stars in your pupils
the clarity of your hair and a burning passion.
Rounding in the firmament of your body the tenderness
shed love her zeal with the adored sweetness
of carmine and kisses stolen from madness.
Look for the lights of dawn the heart of the moon
the rumor vanishes, love dies, the day is born.


Templating the air new sounds
on the morning of an spring
as always the water drew signs
that the wind of love brought
Daffodils of golden color
they reflected the interwoven silhouette
from the rushing rushes of the pond
of the sleeping ideas
And reality came true
dragging behind me my misadventure
I was already in Seville, it was early,
and the scent of orange blossom became a breeze.
Maybe the city of the goblin,
Maybe the city of Art,
Queen of grace and grace.
Where the fairies sleep in their parks.
Where in a celestial sky you adored me.



Any time any day…
Seville was founded as the Roman city of Hispalis, and was known as Ishbiliya after the Muslim conquest in 712. During the Muslim rule in Spain, Seville came under the jurisdiction of the Caliphate of Córdoba before becoming the independent Taifa of Seville; later it was ruled by the Muslim Almoravids and the Almohads until finally being incorporated into the Christian Kingdom of Castile under Ferdinand III in 1248.
Seville, the capital of one of the most beautiful regions of Spain,is a European destination of extreme beauty ; it is located in the south of Spain . One of its treasures, the Alcazar, is classified as a World Heritage site by UNESCO.
Discover Seville; its climate is perfect throughout the year. If you want to avoid the hustle and bustle, book your holiday at the best price in Seville during the low season, for example in October or Spring. If you want to live a real immersive experience in the Andalusian culture, book your stay in Seville in April for the traditional «Feria de Abril» on the third week of April for 7 consecutive days. It is a perfect opportunity to discover Seville, its inhabitants, their traditions and gastronomy.
Seville is perfect at any time of the year though. You will be amazed by the city. Book your hotel, guesthouse, B&B, at the best price guaranteed in Seville as well as your best activities such as «a guided tour of the Royal Alcazar» or a 1-hour river cruise before ending the evening with a romantic dinner and a Flamenco showAccording to legend.
Sevilla was founded by Hercules and its origins are linked with the Tartessian civilisation. It was called Hispalis under the Romans and Isbiliya with the Moors. The high point in its history was following the discovery of America in 1492. For all its important monuments and fascinating history, Sevilla is universally famous for being a joyous town. While the Sevillians are known for their wit and sparkle, the city itself is striking for its vitality. It is the largest town in Southern Spain, the city of Carmen, Don Juan and Figaro. .













La otra Navidad

José va a la farmacia día sí, día no. Cada vez, coge un medicamento, espera su turno pacientemente, da los buenos días a todos y te cuenta un chiste a la vez que le atienden. Le gusta hablar, ver a los demás y contarles cosillas. Está viudo y sus hijos no están. ¿Cómo crees que será su Navidad?…
María hace 8 años que está en la residencia, tiene Alzheimer. Su marido la cuidaba en casa hasta que la situación se hizo insostenible. Él va a verla todos los días, un par de horas por la mañana y otro par de horas por la tarde. No puede sacarla de allí, pues cualquier cambio de entorno empeoraría su enfermedad. ¿te imaginas cómo pasarán las Navidades?…
Jorge tiene 5 años, desde hace dos meses está ingresado en el hospital para tratar un tumor. Es un niño alegre, disfruta de los juegos que le hacen, se ilusiona con cada detalle que le llevan… ¡es todo vida en él! Debido al tratamiento y el riesgo de infecciones no podrá salir del hospital en estos días. ¿sabes cómo serán sus Navidades?…
La Navidad no solo es el pesebre, el árbol, los regalos, las comilonas, es un momento del año en el que deberíamos parar y ver cómo es nuestra vida, e intentar hacer algo por nuestros semejantes, ellos nos lo agradecerán mas que toda la absurda parafernalia de firmas comerciales…
¿Que les queda por vendernos?
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MERRY CHRISTMAS AND PEACE TO ALL THE PEOPLE OF GOOD WILL
La leyenda de la rosa / Washington Irving

Washington Irving nació el 3 de abril de 1783 en Nueva York (Estados Unidos), hijo de un comerciante escocés y de una mujer inglesa, matrimonio que tuvo once hijos. A su retoño menor le bautizaron en homenaje a George Washington. Desde niño, Irving se sintió atraído por la lectura y la escritura, participando en 1802 como colaborador del “Morning Chronicle”, publicación editada por su hermano Pete. Al mismo tiempo estudiaba Leyes. Entre los años 1804 y 1806 Irving viajó por diversos países europeos, residiendo principalmente en Francia e Italia.
Tras regresar a Nueva York, trabajar brevemente como abogado, y participar en la empresa familiar, Washington comenzó a escribir sus primeras obras editando el “Analetic” y publicando “Salmagundi” (1808), libro de corte satírico escrito junto a su hermano William y James K. Paulding. Un año después falleció su novia Mathilde Hoffman, con quien estaba comprometido. Tras esta tragedia, Irving jamás se casó. Con el seudónimo de Dietrich Knickerbocker escribió “Una Historia De Nueva York” (1809), una visión humorística de la ciudad americana bajo el dominio holandés que consiguió un gran éxito en su país. Desde ese momento Knickerbocker se convirtió en algo significativo de la Gran Manzana, adoptando posteriormente el equipo de baloncesto de la ciudad este apelativo. En el año 1815, Irving se trasladó de nuevo a Europa para residir en Liverpool. También visitó países como Francia, Italia, Holanda, Alemania o España.
En 1819 escribió su famoso cuento “Rip Van Winkle”. Más tarde publicó “El Libro De Apuntes” (1820), un conjunto de historias de raíz folk entre las que se encontraba su conocida “Leyenda De Sleepy Hollow” que fue escrita con otro seudónimo, el de Geoffrey Crayon. Dos años después apareció una continuación de este volumen titulada “Bracebridge Hall” (1822). “La Leyenda De Sleepy Hollow” fue llevada al cine por Tim Burton con Johnny Depp como protagonista. Tras vivir en Dresde, Londres y Paris.
Washington Irving se trasladó a Madrid, en donde trabajó como diplomático. En España escribió “Vida y Viajes De Cristóbal Colón” (1828), “Crónica De La Conquista De Granada” (1829) y “Viajes y Descubrimientos De Los Compañeros De Colón” (1831). En Londres, en donde parece ser que mantuvo relaciones con Mary Shelley, Irving terminó de redactar “Cuentos De La Alhambra” (1832), colección de historias ambientadas en la Andalucía musulmana. En el año 1832.
Washington Irving regresó a los Estados Unidos, viviendo en Sunnyside en Tarrytown. Poco después aparecieron “The Cayon Miscellany” (1835) y “A Tour Of The Prairies” (1835). En 1842 volvió a España para trabajar como embajador de los Estados Unidos, cargo en el que estuvo hasta 1845. En el año 1848 fue nombrado presidente de la Biblioteca Astor, puesto que abandonó en 1859. En 1859 también publicó “La Vida De George Washington” (1855-1859). Washington Irving falleció el 28 de noviembre de 1859 a la edad de 66 años. Está enterrado en el cementerio de Sleepy Hollow (localidad anteriormente llamada North Tarrytown), en Westchester County, Nueva York (Estados Unidos).

Washington Irving [pseudonym Geoffrey Crayon] (1783-1859), American essayist, historian, and author wrote «The Legend of Sleepy Hollow». They are given to all kinds of marvellous beliefs, are subject to trances and visions, and frequently see strange sights, and hear music and voices in the air. The whole neighborhood abounds with local tales, haunted spots, and twilight superstitions; stars shoot and meteors glare oftener across the valley than in any other part of the country, and the nightmare, with her whole ninefold, seems to make it the favorite scene of her gambols.
The dominant spirit, however, that haunts this enchanted region, and seems to be commander-in-chief of all the powers of the air, is the apparition of a figure on horseback, without a head.
One of the first noted American authors to be highly acclaimed in Europe during his life time, Irving was a prolific author of fiction and non-. He wrote numerous short stories, biographies, histories, and tales of his travels. His characters Ichabod Crane and Rip van Winkle are now icons of popular American culture, and many of Irving’s works have inspired adaptations to the stage and film.
Named in honour of American President George Washington, under whom the United States gained independence during the American Revolution, Washington Irving was born on 3 April 1783 in New York. He was the eleventh child born to emigrants Sarah Sanders and William Irving, deacon and successful merchant. The Irving’s were kind, charitable people and often tended to those left less fortunate after the war. Washington, while born sickly, was a mischievous and adventuresome young man, sneaking out at night to attend plays and frustrating his pious parents, especially his father. He roamed the city and environs, dreaming of far-off places–dreams that were partly fueled by one of his favourite books, Daniel Defoe’s Robinson Crusoe. Travelling would become a life-long passion. Although he was not an avid student, he studied law and became a clerk in Josiah Ogden Hoffman’s law office. The Hoffmans would become great friends to Irving.
Suffering from ill-health off and on for many years, in 1804 Irving set sail from New York Harbour, the first of many trips abroad: he was going to a spa in Bordeaux, France to treat a lung ailment. He learned French and, always gregarious, made many friends who were charmed by his easy-going ways. For the next two years he travelled through many countries in Europe including France, the Netherlands, Spain, Scotland, Wales, and England. Ever the flâneur, he basked in the hospitality of sophisticated European society and indulged his love of art, theatre, and opera. But his Grand Tour was to come to an end when, in 1806 and restored health, he returned to America and was called to the bar.
Irving’s social life continued to dominate his days. He was not interested in practicing law, preferring the companionship of his male friends and the flirtatious affections of ladies. In a foreshadowing of great things to come, he collaborated with his brother William and James Kirke Paulding in creating a semi-monthly periodical to compete with the more sombre news publications of the day. While it was short-lived The Salmagundi Papers; or, the Whim-Whams and Opinions of Laucelot Langstaff, Esq. And Others. (1809) was met with great success. The Jonathan Swift-like satire and tongue-in-cheek pokes at politics, culture, and society was «to instruct the young, reform the old, correct the town, and castigate the age.» In a similar vein Irving composed his first novel, Knickerbocker’s History of New York (1809). A burlesque and comprehensive weaving of fact and fiction, his «History of New-York from the Beginning of the World to the End of the Dutch Dynasty» is narrated by Diedrich Knickerbocker and won Irving much acclaim at home and abroad.
During the War of 1812, Irving was beset with ennui. Initially he had begrudgingly enlisted but his patriotism flared with the burning of the capitol; he also served as governors’ aid and military secretary for a time. In 1815 he left America for England to visit his brother but remained for the next seventeen years, again travelling to various countries in Europe. While in England, an unsuccessful business venture with his brothers caused him to turn to his pen in hopes of providing some income. Irving’s short stories, first printed in America under his pseudonym Geoffrey Crayon between the years 1819-20 were collected in The Crayon Papers and The Sketch Book of Geoffrey Crayon. They contain two of Irvings’ most famous tales: «Rip van Winkle» and «The Legend of Sleepy Hollow». These stories were wildly popular in America and soon too in Europe where Irving, or, Geoffrey Crayon, was welcomed by noted society and literary figures including actors, writers, artists, Dukes, and Lords, Kings and Queens. Positive reviews were published and Charles Dickens, Samuel Taylor Coleridge, Lord George Gordon Byron, and his friend Sir Walter Scott lauded his humorous and witty style.
Irving’s health failed again and for many months he was unable to walk, but it did not stop him from continuing to write. His next novel was Bracebridge Hall, or, The Humorists, A Medley (1822). It was followed by Tales of a Traveller (1824), which Irving considered one of his finer works. In 1826 Irving moved to Madrid, Spain, where he set to writing his highly lauded The Life and Voyages of Christopher Columbus (1828), Chronicle of the Conquest of Granada (1829), and Tales of the Alhambra (1832).
In 1832 Irving returned to America, greeted by his overwhelmingly adoring readership. With the intent of creating a secluded retreat for writing, he bought a farm on the banks of the Hudson River at Tarrytown in New York State. The little Dutch cottage and the picturesque views was soon transformed into the now famous residence «Sunnyside». Irving the bachelor was surrounded by loving friends and relatives, and apart from his sojourn as Minister to Spain in 1842-48, his days of living abroad were over.
Abbotsford and Newstead Abbey (1835) was followed by Astoria: Anecdotes of an enterprise beyond the Rocky Mountains (1836). «….I have felt anxious to get at the details of their adventurous expeditions among the savage tribes that peopled the depths of the wilderness.» It explores Irving’s impressions from travels in Canada and America as guest of John Jacob Astor’s Northwest Fur Company. Irving expresses his sympathy to the displaced, and dispossessed ‘savage’ Native American Peoples in such stories as «Philip of Pokanoket», «Traits of Indian Character», and «Origin of the White, the Red, and the Black Men». The Adventures of Captain Bonneville (1837) was followed by Irving’s biographical works Oliver Goldsmith: A Biography (1850) and Lives of Mahomet and his Successors (1850). Wolfert’s Roost and Miscellanies (1855) includes short stories first published in Knickerbocker Magazine.
Irving’s last finished work, something he had been working on for many years but kept putting aside for other more pressing projects is his Life of George Washington (1859). Washington Irving died on 28 November 1859 and now rests in the Sleepy Hollow Cemetery overlooking the Old Dutch Church in Tarrytown, New York.
Panting and fatigued, he threw himself, late in the afternoon, on a green knoll, covered with mountain herbage, that crowned the brow of a precipice. From an opening between the trees he could overlook all the lower country for many a mile of rich woodland. He saw at a distance the lordly Hudson, far, far below him, moving on its silent but majestic course, with the reflection of a purple cloud, or the sail of a lagging bark, here and there sleeping on its glassy bosom, and at last losing itself in the blue highlands.–from «Rip van Winkle»
La Venta de los Gatos – Gustavo Adolfo Bécquer

– I –
En Sevilla, y en mitad del camino que se dirige al convento de San Jerónimo desde la puerta de la Macarena, hay, entre otros ventorrillos célebres, uno que, por el lugar en que está colocado y las circunstancias especiales que en él concurren, puede decirse que era, si ya no lo es, el más neto y característico de todos los ventorrillos andaluces.
Figuraos una casita blanca como el ampo de la nieve, con su cubierta de tejas rojizas las unas, verdinegras las otras, entre las cuales crecen un sinfín de jaramagos y matas de reseda. Un cobertizo de madera baña en sombras el dintel de la puerta, a cuyos lados hay dos poyos de ladrillos y argamasa. Empotradas en el muro que rompen varios ventanillos abiertos a capricho para dar luz al interior, y de los cuales unos son más bajos y otros más altos, éste en forma cuadrangular, aquél imitando un ajimez o una claraboya, se ven, de trecho en trecho, algunas estacas y anillas de hierro que sirven para atar las caballerías. Una parra añosísima que retuerce sus negruzcos troncos por entre la armazón de maderas que la sostiene, vistiéndose de pámpanos y hojas verdes y anchas, cubre como un dosel el estrado, el cual lo componen tres bancos de pino, media docena de sillas de enea desvencijadas y hasta seis o siete mesas cojas y hechas de tablas mal unidas. Por uno de los costados de la casa sube una madreselva agarrándose a las grietas de las paredes hasta llegar al tejado, de cuyo alero penden algunas guías que se mecen con el aire, semejando flotantes pabellones de verdura. Al pie del otro corre una cerca de cañizo, señalando los límites de un pequeño jardín, que parece una canastilla de juncos rebosando flores. Las copas de dos corpulentos árboles que se levantan a espaldas del ventorrillo forman el fondo obscuro sobre el cual se destacan sus blancas chimeneas, completando la decoración los vallados de las huertas llenos de pitas y zarzamoras, los retamares que crecen a la orilla del agua, y el Guadalquivir, que se aleja arrastrando con lentitud su torcida corriente por entre aquellas agrestes márgenes hasta llegar al pie del antiguo convento de San Jerónimo, el cual asoma por encima de los espesos olivares que lo rodean y dibuja por obscuro la negra silueta de sus torres sobre un cielo azul transparente.
Imaginaos este paisaje animado por una multitud de figuras, de hombres, mujeres, chiquillos y animales formando grupos a cuál más pintoresco y característico: aquí, el ventero, rechoncho y colorarote, sentado al sol en una silleta baja, deshaciendo entre las manos el tabaco para liar un cigarrillo y con el papel en la boca; allí, un regatón de la Macarena, que canta entornando los ojos y acompañándose con una guitarrilla mientras otros le llevan el compás con las palmas o golpeando las mesas con los vasos; más allá, una turba de muchachas, con su pañuelo de espumilla de mil colores y toda una maceta de claveles en el pelo, que tocan la pandereta, y chillan, y ríen, y hablan a voces en tanto que impulsan como locas el columpio colgado entre dos árboles, y los mozos del ventorrillo que van y vienen con bateas de manzanilla y platos de aceitunas, y las bandas de gentes del pueblo que hormiguean en el camino; dos borrachos que disputan con un majo que requiebra al pasar a una buena moza; un gallo que cacarea esponjándose orgulloso sobre las bardas del corral; un perro que ladra a los chiquillos que le hostigan con palos y piedras; el aceite que hierve y salta en la sartén donde fríen el pescado; el chasquear de los látigos de los caleseros que llegan levantando una nube de polvo; ruido de cantares, de castañuelas, de risas, de voces, de silbidos y de guitarras, y golpes en las mesas, y palmadas, y estallidos de jarros que se rompen, y mil y mil rumores extraños y discordes que forman una alegre algarabía imposible de describir. Figuraos todo esto en una tarde templada y serena, en la tarde de uno de los días más hermosos de Andalucía, donde tan hermosos son siempre, y tendréis una idea del espectáculo que se ofreció a mis ojos la primera vez que, guiado por su farsa, fui a visitar aquel célebre ventorrillo.
De esto ya hace muchos años: diez o doce lo menos. Yo estaba allí como fuera de mi centro natural: comenzando por mi traje y acabando por la asombrada expresión de mi rostro, todo en mi persona disonaba en aquel cuadro de franca y bulliciosa alegría. Pareciome que las gentes, al pasar, volvían la cara a mirarme con el desagrado que se mira a un importuno.
No queriendo llamar la atención ni que mi presenciase hiciese objeto de burlas más o menos embozadas, me senté a un lado de la puerta del ventorrillo, pedí algo de beber, que no bebí, y cuando todos se olvidaron de mi extraña aparición saqué un papel de la cartera de dibujo que llevaba conmigo, afilé un lápiz y comencé a buscar con la vista un tipo característico para copiarlo y conservarlo como un recuerdo de aquella escena y de aquel día.
Desde luego, mis ojos se fijaron en una de las muchachas que formaban alegre corro alrededor del columpio. Era alta, delgada, levemente morena, con unos ojos adormidos, grandes y negros y un pelo más negro que los ojos. Mientras yo hacía el dibujo un grupo de hombres, entre los cuales había uno que rasgueaba la guitarra con mucho aire, entonaban a coro cantares alusivos a las prendas personales, los secretillos de amor, las inclinaciones o las historias de celos y desdenes de las muchachas que se entretenían alrededor del columpio, cantares a los que a su vez respondían éstas con otros no menos graciosos, picantes y ligeros.
La muchacha morena, esbelta y decidora que había escogido por modelo llevaba la voz entre las mujeres y componía las coplas y las decía, acompañada del ruido de las palmas y las risas de sus compañeras, mientras el tocador parecía ser el jefe de los mozos y el que entre todos ellos despuntaba por su gracia y sus desenfadado ingenio.
Por mi parte, no necesité mucho tiempo para conocer que entre ambos existía algún sentimiento de afección que se revelaba en sus cantares, llenos de alusiones transparentes y frases enamoradas.
Cuando terminé mi obra comenzaba a hacerse de noche. Y en la torre de la catedral se habían encendido los dos faroles del retablo de las campanas y sus luces parecías los ojos de fuego de aquel gigante de argamasa y ladrillo que domina toda la ciudad. Los grupos se iban disolviendo poco a poco y perdiéndose a lo largo del camino entre la bruma del crepúsculo, plateada por la luna, que empezaba a dibujarse sobre el fondo violado y obscuro del cielo. Las muchachas se alejaban juntas y cantando, y sus voces argentinas se debilitaban gradualmente hasta confundirse con los otros rumores indistintos y lejanos que temblaban en el aire. Todo acababa a la vez: el día, el bullicio, la animación y la fiesta, y de todo no quedaba sino un eco en el oído y en el alma, como una vibración suavísima, como un dulce sopor parecido al que se experimenta al despertar de un sueño agradable.
Luego que hubieron desaparecido las últimas personas doblé mi dibujo, lo guardé en la cartera, llamé con una palmada al mozo, pagué el pequeño gasto que había hecho y ya me disponía a alejarme cuando sentí que me detenían suavemente por el brazo. Era el muchacho de la guitarra que ya noté antes y que mientras dibujaba me miraba mucho y con cierto aire de curiosidad. Yo no había reparado que, después de concluida la broma, se acercó disimuladamente hasta el sitio en que me encontraba con el objeto de ver qué hacía yo mirando con tanta insistencia a la mujer por quien él parecía interesarse.
-Señorito -me dijo con un acento que él procuró suavizar todo lo posible-, voy a pedirle a usted un favor.
-¡Un favor! -exclamé yo, sin comprender cuáles podrían ser sus pretensiones-. Diga usted; que si está en mi mano es cosa hecha.
-¿Me quiere usted dar esa pintura que ha hecho?
Al oír sus últimas palabras no pude menos de quedarme un rato perplejo; extrañaba, por una parte, la petición, que no dejaba de ser bastante rara, y por otra, el tono, que no podía decirse a punto fijo si era de amenaza o de súplica. El hubo de comprender mi duda y se apresuró en el momento a añadir:
-Se lo pido a usted por la salud de su madre, por la mujer que más quiera en este mundo, si quiere a alguna; pídame usted en cambio todo lo que yo pueda hacer en mi pobreza.
No supe qué contestar para eludir el compromiso. Casi, casi, hubiera preferido que viniese en son de quimera, a trueque de conservar el bosquejo de aquella mujer que tanto me había impresionado; pero sea por sorpresa del momento, sea que yo a nada sé decir que no, ello es que abrí mi cartera, saqué el papel y se lo alargué sin decir una palabra.
Referir las frases de agradecimiento del muchacho, sus exclamaciones al mirar nuevamente el dibujo a la luz del reverbero de la venta, el cuidado con que lo dobló para guardárselo en la faja, los ofrecimientos que me hizo y las alabanzas hiperbólicas con que ponderó la suerte de haber encontrado lo que él llamaba un señorito templao y neto sería tarea dificilísima, por no decir imposible. Sólo diré que como entre unas y otras se había hecho completamente de noche, que quise que no, se empeñó en acompañarme hasta la puerta de la Macarena, y tanto dio en ello que por fin me determiné a que emprendiésemos el camino juntos. El camino es bien corto, pero mientras duró encontró forma de contarme de pe a pa toda la historia de sus amores.
La venta donde se había celebrado la función era de su padre, quien le tenía prometido, para cuando se casase, una huerta que lindaba con la casa y que también le pertenecía. En cuanto a la muchacha objeto de su cariño, que me describió con los más vivos colores y las frases más pintorescas, me dijo que se llamaba Amparo, que se había criado en su casa desde muy pequeñita y se ignoraba quiénes fuesen sus padres. Todo esto y cien otros detalles de más escaso interés me refirió durante el camino. Cuando llegamos a las puertas de la ciudad me dio un fuerte apretón de manos, tornó a ofrecérseme y se marchó entonando un cantar cuyos ecos se dilataban a lo lejos en el silencio de la noche. Yo permanecí un rato viéndolo ir. Su felicidad parecía contagiosa, y me sentí alegre, con una alegría extraña y sin nombre, con una alegría, por decirlo así, de reflejo.
El siguió cantando a más no poder; uno de sus cantares decía así:
mira qué bonita era:
se parecía a la Virgen
de Consolación de Utrera.
Cuando su voz comenzaba a perderse oí en las ráfagas de la brisa otra delgada y vibrante que sonaba más lejos aún. Era ella, que lo aguardaba impaciente.
Pocos días después abandoné a Sevilla, y pasaron muchos años sin que volviese a ella y olvidé muchas cosas que allí me habían sucedido; pero el recuerdo de tanta y tan ignorada y tranquila felicidad no se me borró nunca de la memoria.
– II –
Como he dicho, transcurrieron muchos años después que abandoné a Sevilla, sin que olvidase del todo aquella tarde, cuyo recuerdo pasaba algunas veces por mi imaginación como una brisa bienhechora que refresca el ardor de la frente.
Cuando el azar me condujo de nuevo a la gran ciudad que con tanta razón es llamada reina de Andalucía una de las cosas que más llamaron mi atención fue el notable cambio verificado durante mi ausencia. Edificios, manzanas de casas y barrios enteros habían surgido al contacto mágico de la industria y el capital: por todas partes fábricas, jardines, posesiones de recreo, frondosas alamedas; pero, por desgracia, muchas venerables antiguallas habían desaparecido.
Visité nuevamente muchos soberbios edificios, llenos de recuerdos históricos y artísticos; torné a vagar y a perderme entre las mil y mil revueltas del curioso barrio de Santa Cruz; extrañé en el curso de mis paseos muchas cosas nuevas que se han levantado no sé cómo; eché de menos muchas cosas viejas que han desaparecido no sé por qué y, por último, me dirigí a la orilla del río. La orilla del río ha sido siempre en Sevilla, el lugar predilecto de mis excursiones.
Después que hube admirado el magnífico panorama que ofrece en el punto por donde une sus opuestas márgenes el puente de hierro; después que hube recorrido con la mirada absorta los mil detalles, palacios y blancos caseríos; después que pasé revista a los innumerables buques surtos en sus aguas, que desplegaban al aire los ligeros gallardetes de mil colores, y oí el confuso hervidero del muelle, donde todo respira actividad y movimiento, remontando con la imaginación la corriente del río, me trasladé hasta San Jerónimo.
Me acordaba de aquel paisaje tranquilo, reposado y luminoso en que la rica vegetación de Andalucía despliega sin aliño sus galas naturales. Como si hubiera ido en un bote corriente arriba, vi desfilar otra vez, con ayuda de la memoria, por un lado la Cartuja con sus arboledas y sus altas y delgadas torres; por otro, el barrio de los Humeros, los antiguos murallones de la ciudad, mitad árabes, mitad romanos; las huertas con sus vallados cubiertos de zarzas y las norias que sombrean algunos árboles aislados y corpulentos, y, por último, San Jerónimo… Al llegar aquí con la imaginación se me representaron con más viveza que nunca los recuerdos que aun conservaba de la famosa venta, y me figuré que asistía de nuevo a aquellas fiestas populares y oía cantar a las muchachas, meciéndose en el columpio, y veía los corrillos de gentes del pueblo vagar por los prados, merendar unos, disputar los otros, reír éstos, bailar aquéllos, y todos agitarse, rebosando juventud, animación y alegría. Allí estaba ella, rodeada de sus hijos, lejos ya del grupo de las mozuelas, que reían y cantaban, y allí estaba él, tranquilo y satisfecho de su felicidad, mirando con ternura, reunidas a su alrededor y felices, a todas las personas que más amaba en el mundo: su mujer, sus hijos, su padre, que estaba entonces como hacía diez años, sentado a la puerta de su venta, liando impasible su cigarro de papel, sin más variación que tener blanca como la nieve la cabeza, que antes era gris.
Un amigo que me acompañaba en el paseo, notando la especie de éxtasis en que estuve abstraído con esas ideas durante algunos minutos me sacudió al fin del brazo; preguntándome:
-¿En qué piensas?
-Pensaba -le contesté- en la Venta de los Gatos, y revolvía aquí, dentro de la imaginación, todos los agradables recuerdos que guardo de una tarde que estuve en San Jerónimo… En este instante concluía una historia que dejé empezada allí y la concluía tan a mi gusto que creo no puede tener otro final que el que yo le he hecho. Y a propósito de la Venta de los Gatos -proseguí, dirigiéndome a mi amigo-, ¿cuándo nos vamos allí una tarde a merendar y a tener un rato de jarana?
-¡Un rato de jarana! -exclamó mi interlocutor, con una expresión de asombro que yo no acertaba a explicarme entonces-; ¡un rato de jarana! Pues digo que el sitio es aparente para el caso.
-¿Y por qué no? -le repliqué admirándome a mi vez de sus admiraciones.
-La razón es muy sencilla -me dijo, por último-: porque a cien pasos de la venta han hecho el nuevo cementerio.
Entonces fui yo el que lo miré con ojos asombrados y permanecí algunos instantes en silencio antes de añadir una sola palabra.
Volvimos a la ciudad y pasó aquel día y pasaron algunos otros más sin que yo pudiese desechar del todo la impresión que me había causado una noticia tan inesperada. Por más vueltas que le daba, mi historia de la muchacha morena no tenía ya fin, pues el inventado no podía concebirla, antojándoseme inverosímil un cuadro de felicidad y alegría con un cementerio por fondo.
Una tarde, resuelto a salir de dudas, pretexté una ligera indisposición para no acompañar a mi amigo en nuestros acostumbrados paseos y emprendí solo el camino de la venta. Cuando dejé a mis espaldas la Macarena y su pintoresco arrabal y comencé a cruzar por un estrecho sendero aquel laberinto de huertas ya me parecía advertir algo extraño en cuanto me rodeaba.
Bien fuese que la tarde estaba un poco encapotada, bien que la disposición de mi ánimo me inclinaba a las ideas melancólicas, lo cierto es que sentí frío y tristeza y noté un silencio que me recordaba la completa soledad como el sueño recuerda la muerte.
Anduve un rato sin detenerme, acabé por cruzar las huertas para abreviar la distancia y entré en el camino de San Lázaro, desde donde ya se divisa en lontananza el convento de San Jerónimo.
Tal vez será una ilusión; pero a mí me parece que por el camino que pasan los muertos hasta los árboles y las hierbas toman al cabo un color diferente. Por lo menos allí se me antojó que faltaban tonos calurosos y armónicos, frescura en la arboleda, ambiente en el espacio y luz en el terreno. El paisaje era monótono, las figuras negras y aisladas.
Por aquí un carro que marchaba pausadamente, cubierto de luto, sin levantar polvo, sin chasquidos de látigo, sin algazara, sin movimiento casi; más allá un hombre de mala catadura con un azadón en el hombro, o un sacerdote con su hábito talar y oscuro, o un grupo de ancianos mal vestidos o de aspecto repugnante, con cirios apagados en las manos, que volvían silenciosos, con la cabeza baja y los ojos fijos en la tierra. Yo me creía transportado no sé adónde, pues todo lo que veía me recordaba un paisaje cuyos contornos eran los mismos de siempre, pero cuyos colores se habían borrado, por decirlo así, no quedando de ellos sino una media tinta dudosa. La impresión que experimentaba sólo puede compararse a la que sentimos en esos sueños en que, por un fenómeno inexplicable, las cosas son y no son a la vez, y los sitios en que creemos hallarnos se transforman, en parte, de una manera estrambótica e imposible.
Por último, llegué al ventorrillo; lo recordé más por el rótulo, que aun conservaba escrito con grandes letras en una de sus paredes, que por nada; pues en cuanto al caserío, se me figuró que hasta había cambiado de forma y proporciones. Desde luego puedo asegurar que estaba mucho más ruinoso, abandonado y triste. La sombra del cementerio, que se alzaba en el fondo, parecía extenderse hacia él, envolviéndolo en una oscura proyección como en un sudario. El ventero estaba solo, completamente solo. Conocí que era el mismo de hacía diez años; y lo conocí por no sé qué, pues en este tiempo había envejecido hasta el punto de aparentar un viejo decrépito y moribundo, mientras que cuando lo vi no representaba apenas cincuenta años, y rebosaba salud, satisfacción y vida.
Senteme en una de las desiertas mesas; pedí algo de beber, que me sirvió el ventero, y de una en otra palabra suelta, vinimos al cabo a entrar en una conversación tirada acerca de la historia de amores, cuyo último capítulo ignoraba todavía, a pesar de haber intentado adivinarlo varias veces.
-Todo -me dijo el pobre viejo-, todo parece que se ha conjurado contra nosotros desde la época que usted me recuerda. Ya lo sabe usted: Amparo era la niña de nuestros ojos, se había criado aquí desde que nació, casi era la alegría de la casa; nunca pudo echar de menos el suyo, porque yo la quería como un padre; mi hijo se acostumbró también a quererla desde niño, primero como un hermano, después con un cariño más grande todavía. Ya estaba en vísperas de casarse; yo les había ofrecido lo mejor de mi poca hacienda, pues con el producto de mi tráfico me parecía tener más que suficiente para vivir con desahogo, cuando no sé qué diablo malo tuvo envidia de nuestra felicidad y la deshizo en un momento. Primero comenzó a susurrarse que iban a colocar un cementerio por esta parte de San Jerónimo: unos decían que más acá, otros que más allá; y mientras todos estábamos inquietos y temerosos, temblando de que se realizase este proyecto, una desgracia mayor y más cierta cayó sobre nosotros.
Un día llegaron aquí en un carruaje dos señores. Me hicieron mil y mil preguntas acerca de Amparo, a la cual saqué yo cuando pequeña de la casa de expósitos; me pidieron los envoltorios con que la abandonaron y que yo conservaba, resultando al fin que Amparo era hija de un señor muy rico, el cual trabajó con la justicia para arrancárnosla, y trabajó tanto, que logró conseguirlo. No quiero recordar siquiera el día que se la llevaron. Ella lloraba como una Magdalena; mi hijo quería hacer una locura; yo estaba como atontado, sin comprender lo que me sucedía… ¡Se fue! Es decir, no se fue, porque nos quería mucho para irse; pero se la llevaron, y una maldición cayó sobre esta casa. Mi hijo, después de un arrebato de desesperación espantosa, cayó como en un letargo; yo no sé decir qué me pasó; creí que se me había acabado el mundo.
Mientras esto sucedía, comenzose a levantar el cementerio; la gente huyó de estos contornos, se acabaron las fiestas, los cantares y la música, y se acabó toda la alegría de estos campos, como se había acabado toda la de nuestras almas.
Y Amparo no era más feliz que nosotros: criada aquí al aire libre, entre el bullicio y la animación de la venta, educada para ser dichosa en la pobreza, la sacaron de esta vida y se secó como se secan las flores arrancadas de un huerto para llevarlas a un estrado. Mi hijo hizo esfuerzos increíbles por verla otra vez, para hablarle un momento. Todo fue inútil; su familia no quería. Al cabo la vio, pero la vio muerta. Por aquí paso el entierro. Yo no sabía nada, y no sé por qué me eché a llorar cuando vi el ataúd. El corazón, que es muy leal, me decía a voces
-Esa es joven como Amparo; como ella, sería también hermosa; ¿quién sabe si será la misma? Y era; mi hijo siguió el entierro, entró en el patio, y al abrirse la caja, dio un grito, cayó sin sentido en tierra, y así me lo trajeron. Después se volvió loco, y loco está.
Cuando el pobre viejo llegaba a este punto de su narración, entraron en la venta dos enterradores, de siniestra figura y aspecto repugnante. Acabada su tarea, venían a echar un trago «a la salud de los muertos», como dijo uno de ellos, acompañando el chiste con una estúpida sonrisa. El ventero se enjugó una lágrima con el dorso de la mano, y fue a servirles.
La noche comenzaba a cerrar, oscura y tristísima. El cielo estaba negro, y el campo lo mismo. De los árboles pendía aún, medio podrida, la soga del columpio agitada por el aire; me pareció la cuerda de una horca, oscilando todavía después de haber descolgado a un reo. Sólo llegaban a mis oídos algunos rumores confusos: el ladrido lejano de los perros de las huertas, el chirrido de una noria, largo, quejumbroso y agudo como un lamento; las palabras sueltas y horribles de los sepultureros, que concertaban en voz baja un robo sacrílego… No sé; en mi memoria no ha quedado, lo mismo de esta escena fantástica de desolación, que de la otra escena de alegría, más que un recuerdo confuso, imposible de reproducir. Lo que me parece escuchar tal como lo escuché entonces es este cantar que entonó una voz plañidera, turbando de repente el silencio de aquellos lugares
ha pasado por aquí;
llevaba una mano fuera,
por ella la conocí.





















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Mas que blog un sentimiento
Una revelación sobre las desigualdades de un Mundo malsano y del malvivir de los seres olvidados por las gentes y las leyes de un Sistema acabado, ajado y caduco que solo busca el bién propio




Para tí Ana, donde quiera que estés

ayuda a mi solemne canción porque la he amado,
a ella sola, en infintos años de vacío incierto,
al murmullo de un dolor inmenso.
de adorables momentos entre tibias luces,
que acuna voz mi pensamiento herido de recuerdos,
y que Caliope perdone mi humilde desatino.
No dejes morir el día sin mi nueva promesa
haz que esta soledad su paz envuelva,
muestrame el rumor entre las sombras, empieza
a tejer el lecho que me acoja dentro
ahora y cuando la noche haga
el sonido de sus propios silencios.
al dulce cobijo de mi encendida pasión
A la que nuevamente, en mi esperanza reina,
a su boca adorada, ansiada y bella
A la flor que mis días y mi recuerdo sueña
A la que hace crecer en mí sus primaveras.














The time is ripe for a MASS EXODUS from YouTube
What’s even more insane is that YouTube sees the use of CBD oil to cure cancer as being no different than a terrorist who builds a pipe bomb in his kitchen to destroy human life. To YouTube, both acts are dangerous and “violent,” and have no place on YouTube. This says a whole lot about the mindset of YouTube’s leadership, seeing as how the site has no problem spreading content that’s utterly vulgar, perverse, and ompletely inappropriate for normal viewing. In other words, information about how natural plant extracts can be used to get healthy is prohibited content at YouTube, but videos that teach young people about how to use anal beads or how to become transgender is completely acceptable and actively welcomed at YouTube.
The good news is that YouTube isn’t the only video content website out there, and free-thinking people would do well to abandon the site entirely for greener, less-censored pastures. By the way, the 43-second video that triggered YouTube to remove Natural News from its platform…

¿Hasta cuando?

Tres veces cayó Iesús
Cristo para absurdamente invalidar el primero y único?
¿Cuanto sufrimiento y sangre hará falta para saciar la
sed de oro de los Judas del templo vaticano moderno.
impuso la fe como obligación por medio de la superstición,
el terror, la tortura y la muerte, donde solo hogueras
humanas alumbraron sus obtusas mentes, y en tiempos actuales
sus falsas tradiciones, son rescoldos de amenazas,
y carne de abusos, aislamiento y desprecio social.
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois
semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen
bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos
y de toda inmundicia!
Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los
hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de
iniquidad. «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas,
porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis
los monumentos de los justos, y decís: «Si nosotros hubiéramos
vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido
parte con ellos en la sangre de los profetas!» Con lo cual
atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los
que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la
medida de vuestros padres!. Evangelio de Mateo 23, 27-32






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Cada sábado
En busca de sus «arraises» Peter viaja a Andalucia
en una aventura llena de misterio y peligros…

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Beso de luna

Luz del primer beso que la luna
con la callada ilusión de sus desvelos
mordiéndose los labios por los celos
alumbró con su brillo el de los ojos
de un solitario corazón apasionado.

with the quiet illusion of his sleeplessness
biting his lips for jealousy
shone with the brightness of the eyes
of a passionated lonely heart.




Cada viernes
En busca de sus «arraises» Peter viaja a Andalucia
en una aventura llena de misterio y peligros…
Teorema de amor


ella conoce el secreto
mientras nos mira a los dos
juntos, unidos de nuevo.

Como ser desheredado
por los caprichos del tiempo
como barco sin timón
cuál pesadilla de un sueño

se envolvieron en el polvo del olvido
hoy renace en la memoria de tus besos
en mi corazón herido.

como el sol a tus días cada mañana,
tus ojos buscan los mios, mi adorada
luz entre los plieges de tus sabanas.




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La muñeca

con los pies casi desnudos, con las manecitas yertas,
cubriendo, a modo de manto con su falda la cabeza
y sin temor a la lluvia que cada vez más arrecia,
contempla extasiada y triste el interior de una tienda
Que por su gusto en juguetes es de todas la primera.
con voz desabrida y seca,
Un dependiente empujando a la niña hacia la acera.

-¡Déjeme usted!, ¡Si es que estaba mirando aquella muñeca!
-¡Vaya, retírate pronto, y deja libre la puerta!
-Dígame usted, ¿Cuesta mucho?
-¿Quieres marcharte, chicuela?
-¡Lo que es como yo pudiera!…
-¿Pues no quiere comprar ella?…
-Lárgate a pedir limosna y déjate de simplezas.
-La muñeca que te gusta vale un duro, conque ¡Fuera!..

En vano pide limosna…
Ninguno escucha sus quejas…
y desfallecida y débil cruza calles y plazuelas,
recordando en su amargura la tentadora muñeca.

-Déjame que voy deprisa.
un centimito, tengo hambre!…
-(Pobre niña, me dá pena)…Toma.
-¡Señor, si es un duro!
tener buena cama y cena.
-¡Déjeme usted que le bese, la mano…
-Quita, tontuela.
-¡Un duro, estoy mas contenta!…
¿No será falso, verdad?
-¡Cómo, muchacha!, ¿Tu piensas?…
la sorpresa…

¡Si voy a volverme loca
de alegría!…. ¿quién dijera?…
¡Que Dios le premie en el mundo,
y le dé la gloria eterna!
corrió por la calle abajo veloz como una saeta.

A la mañana siguiente se comentaba en la prensa
el hecho de haber hallado, en el quicio de una puerta,
¡el cadáver de una niña abrazando una muñeca!.
Vital Aza

Antonio Martinez Ares
«lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis» (Mateo. 25, 40)


NO A LA LEY MORDAZA
La compañía de teatro ‘Las Niñas de Cádiz’ han sido elegidas como pregoneras del Carnaval de Cádiz 2018. Las hermanas López Segovia: Ana, Alejandra y Rocío junto a Teresa Quintero han aceptado la propuesta del Alcalde de Cádiz: José María Santos, para dar el Pregón del Carnaval de Cádiz 2018, que se celebrará en la plaza de San Antonio el próximo 10 de febrero.
Feliz año Nuevo

y de mucha alegría, para ti y para todos los que te rodean.
¡Feliz Año Nuevo!!


yeni yiliniz kutlu olsun •
καλή χρονιά • bonne année • عام سعيد • ein gutes neues Jahr •
feliz ano novo • честита нова година • šťastný nový rok •
newroz pîroz be • happy new year • Շնորհավոր Նոր տարի •
felix sit annus novus • あけましておめでとう • un an nou fericit •
gelukkig nieuwjaar • жаңа жыл құтты болсын •
გილოცავთ ახალ წელს • sugeng warsa enggal • bon lanné •
Chúc Mừng Nǎm Mớ • blwyddyn newydd dda •
С Новым Годом • yangi yilingiz qutlug’ bo’lsin •
gott nýggjár • 新年快乐 • feliĉan novan jaron •
• godt nytår • bon any nou • e glëckliches nëies •
sretna nova godina • ਨਵੇਂ ਸਾਲ ਦੀਆਂ ਵਧਾਈਆਂ •
laimingų Naujųjų Metų • ia manuia le tausaga fou • سال نو مبارک •
szczęśliwego nowego roku • La Mulți Ani •
Шинэ жилийн баярын мэнд хvргэе • boldog új évet •
Gëzuar vitin e ri • urte berri on •
buon anno • สุขสันต์ปีใหม่ • gott nytt år • selamat tahun baru •
Is-Sena t- Tajba • Yeni iliniz mübarək • 새해 복 많이 받으세요 •
Среќна Нова Година • Mabungahong Bag-ong Tuig kaninyong tanan •


Safo / Σαπφώ

Safo (c. 600-? a.C.)
Poetisa lírica griega cuya fama hizo que Platón se refiriera a ella dos siglos después de su muerte como la décima musa. Nació en la isla de Lesbos, probablemente en Mitilene. Aunque no se sabe mucho acerca de su vida, perteneció al parecer a una familia noble y fue contemporánea del poeta lírico Alceo, de quien se supone fue su amante, y de Stesichorus. También se dice que se casó con un hombre rico de la isla de Andros y que tuvo una hija llamada Cleis. Otra leyenda, que no merece credibilidad alguna, sostiene que, tras ser rechazada por el joven marino Faón, se arrojó desde un acantilado en Léucade (una isla de la costa occidental de Grecia). No se sabe cuando murió, pero en sus poemas de última época se describe a sí misma como una anciana que goza de una vida tranquila, pobre, en armonía con la naturaleza.
Los fragmentos que hoy conservamos de sus poemas indican que Safo enseñó su arte a un grupo de mujeres jóvenes, con las que mantuvo una estrecha relación y para las que compuso sus odas nupciales cuando la abandonaron para casarse. El poeta Anacreonte (mediados del siglo VI a.C., es decir, una generación posterior a Safo), afirmaba, en referencia a este grupo, que Safo sentía un amor sexual por las mujeres; de ahí proceden los términos lesbianismo y safismo, que aluden a la homosexualidad femenina.
Safo escribió nueve libros de odas, epitalamios o canciones nupciales, elegías e himnos, pero apenas se conservan algunos fragmentos de todos ellos. Entre estos destaca la Oda a Afrodita, citada por el erudito Dionisio de Halicarnaso en el siglo I a.C. En el siglo XX se descubrió un papiro con nuevos fragmentos de sus poemas.
La poesía de Safo se caracteriza por la exquisita belleza de su dicción, su perfección formal, su intensidad y su emoción. Inventó el verso hoy conocido como oda sáfica (tres endecasílabos y un adónico final de cinco sílabas). Muchos poetas griegos posteriores asimilaron la influencia de Safo, en particular Teócrito.
Igual parece a los eternos Dioses
quien logra verse frente a ti sentado.
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!
A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte; ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir, y rota
Calla la lengua.
Fuego sutil dentro de mi cuerpo todo
Presto discurre; los inciertos ojos
Vagan sin rumbo; los oídos hacen
Ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado;
Pálida quedo cual marchita yerba;
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte,
Muerta parezco.
A Una Amada
Paréceme a mí que es igual a los dioses el mortal que se sienta frente a tí, y desde tan cerca te oye hablar dulcemente y sonreír de esa manera tan encantadora.
El espectáculo derrite mi corazón dentro del pecho. Apenas te veo así un instante, me quedo sin voz. Se me traba la lengua. Un fuego penetrante fluye en seguida por debajo de mi piel. No ven nada mis ojos y empiezan a zumbarme los oídos. Me cae a raudales el sudor. Tiembla mi cuerpo entero. Me vuelvo más verde que la hierba. Quedo desfallecida y es todo mi aspecto el de una muerta…
Soledad a Media Noche
Se han puesto ya la luna y las pléyades.
Es media noche. Pasa el tiempo.
Y yo sigo durmiendo sola.
En la Distancia
De veras, quisiera morirme. Al despedirse de mí llorando, me musitó las siguientes palabras: «Amada Safo, negra suerte la mía. De verdad que me da mucha pena tener que dejarte.» Y yo le respondí: «Vete tranquila. Procura no olvidarte de mí, porque bien sabes que yo siempre estaré a tu lado. Y si no, quiero recordarte lo que tu olvidas: cuantas horas felices hemos pasado juntas. Han sido muchas las coronas de violetas, de rosas, de flor de azafrán y de ramos de aneldo, que junto a mí te ceñiste. Han sido muchos los collares que colgaste de tu delicado cuello, tejidos de flores fragantes por nuestras manos. Han sido muchas las veces que derramaste bálsamo de mirra y un ungüento regio sobre mi cabeza.»
Cuasi Ventus
Amor ha agitado mis entrañas como el huracán que sacude monte abajo las encinas. Viniste. Hiciste bien. Yo te estaba aguardando. Has prendido fuego a mi corazón, que se abrasa de deseo.
Una Amada Ausente
Te igualaba a una diosa insigne, y tú te embelesabas con su canto como con otro ninguno. Pero se fue, y ahora sobresale entre las damas lidias lo mismo que la luna de rosados dedos eclipsa todas las estrellas una vez puesto el sol. Y su brillo baña de plata el mar salobre, e ilumina las campiñas floridas, donde ha caído el rocío y han brotado las rosas, el tierno perifollo, las dulces flores del trébol.
Mas en el ajetreo de su nueva vida no deja de añorar el cariño de su amada Atis, y en el pecho le duele de nostalgia el corazón.
Un Epigrama
Estas son las cenizas de Timade. Muertas antes de la boda, fue a parar al oscuro tálamo de Perséfone. Y una vez que ella pereció, con un acero recién afilado, todas sus compañeras colocaron aquí como ofrenda la graciosa cabellera de sus cabezas.
I
La luna luminosa
huyó con las Pleyadas;
la noche silenciosa
ya llega a la mitad;
la hora pasó, y en vela
sola en mi lecho, en tanto
suelto la rienda al llanto
sin esperar piedad.
II
Amor, que el pecho mío
continamente agita,
es dulce y es impío,
y es más que una avecita
volátil y ligero.
¡Ay! de su dardo fiero,
¿quién consiguió victoria?
Renueva, amada mía,
renueva la memoria
de cuando Atis ardía,
tu dulce amor odiaba
y a Andrómeda estimaba.
III
Desciende, Venus bella,
y en las doradas copas
con el suave néctar,
mezcla purpúreas rosas,
y a mis dulces amigos
que tu deidad adoran,
con divinal bebida
inspira y alboroza.
IV
Será tal vez hallada
simplecilla labriega,
si dulce amor hirióla
con su dorada flecha,
Amor el rapazuelo
de Venus Citerea,
que con su blanda mano
doma las bravas fieras.
Y la joven hermosa
nacida en la floresta,
siendo de amor tocada,
ya suaviza y templa,
las rústicas costumbres,
la esquivez de la selva,
plegando sus vestidos
con gracia y gentileza.
V
De los verdes manzanos
en las frondosas cimas,
con estruendoso ruido
las aguas se deslizan,
las puras frescas aguas
que el peñasco destila;
el delicioso estruendo
de las hojas movidas
del apacible viento
süave sueño inspira,
y con Venus hermosa
soñaba que dormía;
mas de las altas ramas,
del viento sacudida,
una roja manzana
de mi sueño me priva.
VI
Al Olimpo volara
si alitas yo tuviera,
cual cándida paloma,
y a Pafia la risueña
mis cuitas contara,
mis amorosas quejas,
y de allí a las alturas
de los montes viniera,
y enlazaran mis brazos
la causa de mi pena:
que el amor dulce amargo
con fiera violencia
mi corazón impele,
le arrebata y le lleva,
cual viento impetuoso
arranca por las selvas
en los excelsos montes
a las encinas gruesas.
VII
La graciosa doncella
en apartada estanza
pasa su edad florida
de delicias privada;
sus cuidadosos padres
dicen: -Amor la espanta,
allí vive contenta,
que no quiere de Pafia
las süaves caricias-;
mas, ¡ay!, niña cuitada,
que ya siente tu pecho
las amorosas llamas,
triste, cerrada y sola,
niña y enamorada.
VIII
Morirás, bella joven;
ni servirá ser bella,
ni quedará memoria
de ti sobre la tierra,
porque las frescas rosas
no has gozado de Pieria:
y así desconocida
irás a las cavernas
del horroroso Dite,
ni será quien te vea
cuando en las vanas sombras
des fugitivas vueltas.
IX
Alzad, alzad la casa,
artífices, que viene
el esposo gallardo,
que a Marte se parece:
al menos muy más alto,
muy más robusto y fuerte
que los más esforzados
que la ciudad contiene.
Todos de una vez toman
y de sus asas tienen
la gran Carkesia copa,
y libación ofrecen,
felicidad, delicias,
eternos, justos bienes,
al esposo desean,
y el dulce vino beben.
De todas las doncellas,
tu venturosa suerte
la más linda te ha dado,
ni hallarse otra tal puede:
la dulce joven bella,
por quien tú tantas veces
tiernos suspiros dabas,
hoy a tus brazos viene;
no envidies a los dioses,
si tu ventura entiendes.
X
Amor bulle en mi pecho
y sin cesar voltea
mi corazón amante
y acá y allá le lleva;
mis miembros desenlaza
su poderosa diestra,
y en viéndome rendido
ya me desprecia y vuela;
tiene sus lindas alas
cual ave, mas es fiera,
y dulce y apacible,
y de indomable fuerza.
Atis, de tu abandono
al crudo Amor te queja,
que en los ojos me abrasa
de Andrómeda la bella.
XI
Esperio, luz hermosa
de Venus la rosada,
que los tiernos deseos
y enamoradas ansias
benigna satisfaces,
tú conduces a casa
el delicioso fruto
que las almas encanta,
el manchado rebaño
de las ligeras Cabras,
y con su dulce madre
la niña que las guarda.
Lesbos
Mitilene, nombre dado a menudo a toda la isla, fue fundada en el siglo XI adC supuestamente por los Pentílidas llegados de Tesalia, que gobernaron la isla hasta que fueron derrocados por una revuelta popular al comienzo del siglo VI adC. Otras cinco ciudades tuvieron reyes, pero igualmente fueron progresivamente expulsados en los siglos VII y VI adC y se establecieron gobiernos oligárquicos o tiranías. Todas las ciudades fueron colonizadas por tesalios con los que se impuso la colonización eólica y la poetisa Safo aún escribía en el dialecto eólico del griego. Las ciudades de la isla eran tributarias del rey Creso de Lidia por sus posesiones en la costa (Creso no dominó nunca la isla), pero cuando éste fue derrotado por los persas en 546 adC, la isla pasó a dominio persa y hubo de pactar el pago de un tributo y el envío de soldados cuando el rey lo pidiese. En el siglo V adC, la ciudad de Arisbe (Arisvi) fue destruida por Metimna y el número de ciudades independientes quedó reducido a cinco: (Mitilene, Metimna, Antisa, Ereso y Pirra). Contribuyeron a fundar Naucratis en Egipto y se aliaron con Mileto contra el tirano Polícrates de Samos que les derrotó. Permanecieron tributarias del rey de Persia hasta 499 adC, cuando el tirano favorable a Persia, Coes de Axandros, fue derrocado y la isla se unió a la revuelta jonia pronto sufocada (494 adC). La victoria ateniense en Salamina en 480 adC supuso el fin del dominio persa en Lesbos. La isla tuvo siempre tendencia oligárquica, pero elementos cercanos a la democracia se acabaron imponiendo y las cinco ciudades bajo la hegemonía de Mitilene (477 adC), ingresaron en la confederación de Delos (471 adC) y excepto por una breve revuelta (Metimna no tomó parte); las demás ciudades fueran castigadas y se repartió las tierras entre ciudadanos atenienses) y permanecieron allí hasta el final de la guerra del Peloponeso cuando cayeron en manos de Esparta (405 adC) y de la oligarquía local aliada a Esparta. En 392 adC, Atenas reconquistó las cinco ciudades; pero por la paz de Antálcidas se restableció su independencia en 387 adC. En 369 adC ingresó en la segunda liga ateniense, pero cayó bajo dominio persa en 357 adC. Cuando Alejandro Magno ganó la batalla de Gránico, las ciudades se declararon a su favor, pero fueron sometidas por la flota persa dirigida por Memnón de Rodas. El general macedonio Hegéloco conquistó la isla hacia el 331 adC (Memnón murió) y pasó a Macedonia, dentro de la que permaneció hasta el 167 adC en que hubo de firmar un tratado con los romanos. En esta guerra, Labeus destruyó Antisa por ayudar a los macedonios e incorporó a sus habitantes a los de Metimna. En 89 adC, las ciudades de la isla se aliaron a Mitrídates VI Eupator, rey del Ponto, y los romanos desembarcaron en 88 adC y se establecieron permanentemente allí, destruyendo Mitilene, acusada de encabezar la alianza póntica por haber liberado el rey a M. Aquillius; Mitilene. La última ciudad leal a Mitrídates fue conquistada por M. Minucius Thermus, y en la batalla se distinguieron Julio César que recibió una corona por salvar a un soldado. Cneo Pompeyo, a petición de Teófanes, le reconoció pocos años después una cierta autonomía como ciudad libre bajo dominio romano (79 adC); la mujer y el hijo de Pompeyo estuvieron en Mitilene hasta el final de la campaña que acabó en Farsalia. En esta época, Mitilene fue de hecho la capital de la provincia romana de Asia. En 70 el emperador Vespasiano le suprimió los privilegios, que, no obstante, fueron restaurados por Adriano en 117. La ciudad emitió moneda bajo diversos emperadores. Con la división provincial de Constantino I el Grande, la isla fue incluida en la Provincia Insularum (Hierocles p. 686). Durante la época cristiana se construyeron numerosas iglesias y basílicas (más de 50). En 769 fue saqueada por los eslavos, en 821, 881 y 1055 por los sarracenos, por los venecianos en 1125 y por los catalanes en el siglo XIII. En el 801 fue el lugar de exilio de la emperatriz bizantina Irene, que murió allí el 15 de agosto de 802. Hacia el 1090, Tzashas, emir de Esmirna, conquistó Mitilene, pero fracasó ante Metimna. Alejo I Comneno envió una expedición que recuperó Mitilene. En 1204 fue parte de los dominios directos del emperador latino y en el 1224 fue ocupada por el emperador de Nicea. A partir del 1270 se concedió privilegios comerciales a los genoveses, pero la soberanía permaneció bizantina. Los genoveses la quisieron ocupar en 1346, pero el ataque imperial a Quíos lo impidió, pero poco después Francesco I Gattiluso, un patricio genovés que puso al servicio del bizantino Juan V Paleólogo naves y hombres para ayudarlo a recuperar el trono del que había sido desposeído (1354), recibió a cambio la señoría de Lesbos y la mano de su hija María (17 de julio de 1355), si bien, hay que decir que los Gattiluso fueron aliados fieles del imperio y aceptaron la cultura bizantina. Los otomanos atacaron la isla el día 25 de diciembre de 1455 y la ocuparon excepto Metimna, y los otomanos sólo se retiraron en el 1456 a cambio de la cesión de Tasos (otra isla de los Gattilusio) y el aumento del tributo; pero en 1462, acusaron al señor local Nicolo II Gattiluso de deponer y matar a su hermano Domenicco I Gattiluso, tributario de los turcos. Mitilene fue destruida y después de 15 días de resistencia Nicolo se rindió y fue llevado a Constantinopla junto con otros miembros de la familia, y fue ejecutado, y su hermana Maria (esposa del ex emperador Alejandro Comneno de Trebisonda), mujer muy bella, se cree que fue incluida en el harén del sultán. En la guerra de los Balcanes de 1912 los griegos ocuparon la isla, que permaneció en su poder.
Amanecer

Que tus labios sean canto de alondra herida, comienza
a alzar otra vez el vuelo despejando las tinieblas.



olvido, sombra, pecado de un amor que fue extinguido.
Don de Dios tu nombre es y tu vida su regalo.



sale el sol entre los cauces ajados del pensamiento,
¡Ven a pintar la mañana!, con pinceles de recuerdos.



del calor del nuevo día a los lienzos de tus cielos
salpicando entre tus campos dorados trozos de sueños.



Vicente Ferrer

Vicente Ferrer (Barcelona, 1920 – Anantapur, India, 2009)
Ex jesuita español que a lo largo de más de cincuen ta años desarrolló en la India una ingente labor contra la pobreza, primero como misionero de la Compañía de Jesús y luego al margen de esa institución.
Estudiaba bachillerato en Barcelona cuando, a los 16 años, hubo de luchar con el bando republicano en la Guerra Civil Española. Estuvo destinado en el frente del Ebro y, tras la victoria de los fascistas, fue hecho prisionero y llevado a un campo de concentración en Betanzos. Después volvió a Calella, localidad donde había pasado parte de su infancia, y siguió durante tres años la carrera de derecho. El 17 de octubre de 1944 ingresó en la Compañía de Jesús, y comenzó los estudios eclesiásticos en un monasterio al pie del Moncayo.
Terminada su formación, fue ordenado sacerdote en marzo de 1956. Su primer destino fue una casa de oración en Puna, en el sudoeste de la India, donde debía dedicarse solamente a la vida espiritual. Allí aprovechó para estudiar maratí, la lengua local, y poco a poco tomó conciencia de que debía pasar de la vida contemplativa a la acción. Habiendo aprendido carpintería y lampistería, decidió irse tres meses a las montañas con una tribu de Katkánis.
En 1958, con 38 años, fue destinado a la misión de Mammadh, en el Estado de Maharashtra, una de las zonas más pobres del país. Al cabo de tres años ya había creado una gran escuela para estudios primarios y bachillerato, con 28 clases, y un dispensario-hospital. Sin embargo, la verdadera revolución que llevó Ferrer a Mammadh fue un programa para la fertilización de las tierras. Para llevarlo a cabo hubo de convencer a los agricultores de que la única manera de salir de la pobreza era trabajar ellos mismos los campos y no esperar limosnas. Les obligó a cavar pozos en sus propios huertos, pagándoles sueldos escasos y dándoles trigo enviado por Cáritas.
Poco a poco muchas personas dejaron sus familias, respondiendo a la llamada de Ferrer, y comenzaron una campaña de ayuda a los campesinos. Así nació la Maharashtra Shetkari Seva Mandal (Sociedad al servicio de los campesinos de Maharashtra).
Pronto empezó a recibir presiones tanto de la Compañía de Jesús como de los políticos nacionalistas y radicales, que solicitaron al gobierno su expulsión de la India. El 27 de abril de 1968, Vicente Ferrer recibió una orden de expulsión.
Durante un tiempo, mientras la ejecución de la orden iba aplazándose, miles de campesinos de Mammadh recorrieron los 250 kilómetros que les separaban de Bombay para colapsar las calles y protestar en mítines multitudinarios. Se organizó un Comité en Defensa del Padre Ferrer, formado por distintas personalidades de todos los campos de la cultura y la religión, y el sacerdote fue propuesto al Premio Nobel de la Paz tras haberse recogido 25.000 firmas de España, Alemania, Italia, India y Estados Unidos.
El gobierno terminó dando marcha atrás, y en el último gran mitin de apoyo a Vicente Ferrer se leyó con júbilo un telegrama de la primera ministra, Indíra Gandhi: «El padre Ferrer marchará al extranjero por unas cortas vacaciones y será bienvenido a su vuelta». En octubre de 1968 le fue concedido el visado y regresó a la India a principios de 1969, no sin algunos problemas, pues casi ningún gobernador de los 22 estados hindúes quiso recibirle.
En 1969 fundó en Anantapur el Consorcio para el Desarrollo Rural (RDT). Para esta tarea contó con la ayuda del británico Ronald Hudson, de àction éight, y de otras organizaciones no gubernamentales de Holanda, Alemania, Francia y España. En abril de 1970 se casó con la inglesa Ana Perry, periodista y colaboradora suya desde los inicios. Fue por ello expulsado de la Compañía de Jesús, que le cerró todas las puertas en la India.
En 1978 entró en contacto con Action Aid en Londres. Allí se interesó por la fórmula de crear un vínculo entre la persona que daba dinero y el beneficiario del mismo, de forma que se promoviera el contacto entre ambas personas, aunque fuera a distancia. En octubre de 1994 decidió crear en Barcelona la Fundación Vicente Ferrer y puso en marcha la figura del «padrino»: por tan sólo 2.500 pesetas al mes cualquier persona podía apadrinar a un niño de la India. Esa cantidad permitía garantizar para el niño comida diaria, enseñanza, dos vestidos al año, atención médica, vacunas y medicinas.
El 19 de junio de 1998, Ferrer fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Compartió el premio con Muhammad Yunus, creador del Banco de los Pobres de Bangladesh; Joaquín Sanz Gadea, médico español en el Congo; y Nicolás Castellanos, misionero español en Bolivia.
La obra de Vicente Ferrer al frente del Consorcio para el Desarrollo Rural (RDT) fue además premiada con el Premio Nacional al Mejor Proyecto Ecológico (1994) que concede anualmente el Gobierno holandés. Ese mismo año logró inaugurar la Colonia Deulofeu: doce casas blancas que disponían de luz y agua gracias a la energía solar.
Aunque esperada, su muerte un viernes de madrugada de 2.009, causó un inmeso dolor en el distrito indio de Anantapur, donde levantó de la nada una de las mejores redes de asistencia social de la India.
Actualmente, la Fundación Vicente Ferrer que fundó hace 4 décadas presta asistencia a más de 120.000 niños, 60.000 madres y 15.000 minusválidos. La memoria del gran filántropo catalán perdurará en el corazón Anantapur y en las numerosas escuelas, hospitales y obras sociales que levantó en esta desértica región junto a su esposa Anne Perry y sus 3 hijos.
Que Dios, en su infinita misericordia, le premie con el mas preciado
bién, cuál es la vida, en su nuevo mundo de justicia y bondad.
Encuentro fugaz

Ayer te vi
Eras luna o estrella,
solo se que vi tu luz cual bella
en enjambrado halo de misterio.
Fulgente trozo de mi sueño,
eras tu,
o el flagante tono de otro tiempo
donde cálidas ondas
dibujaban signos de amor y recuerdos.
Volví la cara hacia el infinito
rindiendo mis pasados pensamientos
vida y sentimiento, sabrás tu
que me miraste y tembló tu cuerpo.
Que mejor para un mortal que la sonrisa, la voz y el ser de la mujer…
Ayer volví a creer en dios cuando nos miramos a los ojos.
Nothing better for man as the loved voice, smile and being of a woman…
yesterday I belived in god again when I saw your eyes.


vótame si no me ignoras
que la ignorancia es la madre
de todas las desventuras
Pacto de amor

Conjuro a Ana, triste Plutón,
mujer que el huracán en su cabello
reduce a una caricia y a un destello
y al sol cuando lo mira hace varón;
al canto del cisne de la creación,
la de todo lo hermoso, lo más bello.
Yo, por este contrato infernal
sello darte mi vida y toda mi pasión;
y así, sabiendo que no la merezco,
juro en un soneto y prendo en una flor que
eternidad, sangre y alma desprecio
y que yo a ti para siempre me ofrezco,
que todo mi ser consagro por su amor,
si es que para un ángel, el alma es precio. «
Anoche encontré estos versos ardiendo
dentro de mi alma; y quemándome la vida,
abrasándome las manos, los puse en palabras.
Han dejado dentro de mí llagas tan profundas
como tus ojos, cada una con la forma de tu boca.
Ahora es un soneto infernal de amor.
Sé que le faltan muchas cosas: decir, por ejemplo,
que tus manos son diez cuchillos de plata perfecta
que clavan la mirada a cuanto tocan,
que el brillo de tus ojos mirando al cielo,
tiene ese imposible color del arco iris
que tal vez sea el de tu propia alma.
Sé que le faltan muchas cosas;
pero yo los encontré así, y así eran sus llamas.
Te parecerá una osadía desproporcionada
ofrecértelos junto con una flor.
Seguramente sea una locura para ti porque los ángeles
ignoráis los fuegos del Averno.
Quizá si alguna vez hubieses estado enamorado,
lo comprendieras.
Para Ana


el tiempo nada borró
mas mis ojos no te alcanzan,
y en mi locura diaria
buscaría por las las calles
tu posible semejanza.

que separó nuestras almas
cuando ahora solo espero
en la tímida esperanza
volver a sentirme amor
en los brazos de tus ansias

Diotima y el amor


que juega un papel muy importante en El Banquete de Platón.
Sus ideas son el origen del concepto de amor platónico. A
pesar de todo, no desdeña el papel de la belleza. Si hemos
de confiar en lo que nos dicen varios autores, habría
correspondido a un personaje real.
significado del amor, entre los que Sócrates es el orador
más importante. Él dice que en su juventud aprendió la
«Filosofía del Amor» de Diotima, quien fue una sacerdotisa
o vidente. Sócrates dice además que Diotima prescribió
sacrificios mediante los que se libraron con éxito de la
plaga que agobiaba a «Atenas» por 10 años. Diotima le da a
Sócrates una genealogía del amor, diciendo que es el hijo
de la Circunstancia y la Necesidad. En su visión el amor no
es delicado, sino rudo y mezquino. El chico amado es
delicado, pero el viejo amante que busca al joven es
mezquino y falso.

Diotima es que, en realidad, éste es un anhelo por la
inmortalidad. Ella dice que tenemos un deseo de fama
eterna; sólo el sabio reconoce la diferencia entre la
procreación física y la espiritual. Existen dos tipos de
amor: el físico y el espiritual. Mientras el amor físico
trata de preservar a la persona y alcanzar la inmortalidad
a través de la descendencia, el amor espiritual da luz a
ideas y pensamientos, que de por sí son inmortales. El fin
ulterior del amor es ayudarnos a ascender al conocimiento
de lo divino. Se menciona poco a las mujeres que destacaron
en la filosofía de los primeros tiempos. Sin embargo, Sócrates
nombra a Diótima para señalar que le preguntó a ella respecto
al amor y otros conocimientos.

inmortalizarse por medio de la procreación, “porque siempre
deja otro ser nuevo en lugar del viejo”.
Luego le comentó que un ser humano cambia todo el tiempo,
nunca es el mismo: “sino que continuamente se renueva y
pierde otros elementos, en su pelo, en su carne, en sus
huesos, en su sangre y en todo su cuerpo.
Y no sólo en su cuerpo, sino también en el alma: los hábitos,
caracteres, opiniones, deseos, placeres, tristezas, temores,
ninguna de estas cosas jamás permanece la misma en cada individuo,
sino que unas nacen y otras mueren. Pero mucho más extraño todavía
que esto es que también los conocimientos no sólo nacen unos y mueren
otros en nosotros, de modo que nunca somos los mismos ni siquiera en
relación con los conocimientos, sino que también le ocurre lo mismo a
cada uno de ellos en particular”.

Diótima quien los lanzó al aire a través de Platón y de Sócrates.
Aunque esa manera de pensar era como una luz que alumbraba a los
pensadores. Mucho antes, Heráclito se la pasaba diciendo que un
río es distinto cada hora y quien se baña en esas aguas también
cambia constantemente. Más o menos eso es lo que dijo cuando habló
de que nadie se baña dos veces en el mismo río.
Que Diótima haya sido citada por Sócrates –y por Platón– revela la
sabiduría de la misteriosa señora. Y no fue la única: muchos filósofos
griegos tuvieron entre sus allegados a mujeres que lanzaban sus ideas
y conclusiones hacia un futuro que, lamentablemente, se ha convertido
en algo alucinante pero torpe.

Alfonsina Storni


{Sala Capriasca, 1892 – Mar del Plata, 1938}

Alfonsina Storni Martignoni nació el 22 de mayo de 1892 en Sala Capriasca, Suiza. Hija de Alfonso Storni y Paulina Martignoni, es la tercera descendiente de la familia, sus hermanos Romeo y María nacieron en 1887 y 1888 respectivamente.
A los cuatro años la familia regresa a San Juan, Argentina, donde residían. A los siete nace su hermano Hildo.
Desde su llegada a San Juan la familia está en una situación miserable. Se trasladan a Rosario en 1901 y prueban suerte con un Café Suizo en el que Alfonsina limpia y sirve.
Con 12 años Alfonsina escribe su primer poema, triste y centrado en la muerte, y lo deja bajo la almohada de su madre para que esta lo lea. A la mañana siguiente, mediante varios coscorrones, su madre le explica que la vida es dulce.
Su padre, depresivo y alcoholico, fallece en 1906 y Alfonsina, que no para de escribir poemas, entra a trabajar en un taller de gorras.
Su madre, Paulina, se casa de nuevo y se traslada a Butinza, allí continúa dando clases de música y canto. Alfonsina se traslada a Coronda para estudiar Magisterio, trabaja como celadora en la escuela, pero el dinero que le queda tras pagar la pensión no le da para vivir y tiene que hacer escapadas a Rosario para cantar en un teatrillo como corista. Se descubre en Coronda su trabajo como cantante y Alfonsina piensa en suicidarse tirándose al agua. Al año siguiente, en 1991, obtiene el título de maestra y ejerce ese otoño en una escuela de Rosario.
Publica sus primeros versos en las revistas Mundo rosariano y Monos y Monadas y tiene su primer desengaño amoroso con un hombre casado mayor que ella que la deja embarazada. Alfonsina, avergonzada, se refugia en Buenos Aires y da a luz a Alejandro el 21 de Abril de 1912; ella tenía 20 años.
Eran tiempos en los que cuenta la leyenda que escribía sus poemas en hojas de telefono por no tener recursos para comprar papel.
Trabaja como cajera en una tienda y colabora en Caras y Caretas, entra a trabajar como corresponsal psicológico. En esa oficina dicta su primer libro de versos La inquietud del rosal, se lo enseña al poeta Felix B. Visillac que consigue que sea publicado. La revista Nosotros elogia el poemario y desd ese momento Alfonsina entra en el círculo literario de la revista. Se hace conocida y admirada, pero sigue teniendo problemas económicos. Es nombrada directora de un colegio y mientras allí trabaja escribe su segundo libro, El dulce daño.
En marzo de 1918 los nervios la obligan a dejar su puesto de directora y vuelve a entrar en los círculos literarios. Publica su segundo poemario y colabora en Atlántida mientras trabaja como celadora en un colegio.
Publica Iremediablemente en 1919 y la crítica lo ensalza. Al año siguiente la Universidad de Montevideo la invita a dar unas conferencias. Publica Languidez ese mismo año. Le crean una Catedra en el Teatro Infantil Lavardén y allí trabaja enseñando a niños.
Su fama va en aumento, lo que hace aflorar su comportamiento neurótico, se retira a Los Cocos como hará más adelante en su vida varias veces. Tras el Premios Nacional de 1922, el Ministro de Instrucción Pública crea una cátedra para ella en la Escuela Nacional de Lenguas Vivas en 1923.
Sigue publicando poemario hasta que en 1927 estrena una obra de teatro, El amo del mundo, un rotundo fracaso que no aguanta más de tres días en cartel. En los años treinta realiza dos viajes a Europa con su amiga Blanca de la Vega, básicamente para olvidar sus problemas mentales. Tras la vuelta del último viaje se le descubre un tumor en el pecho; se lo extráen con éxito, pero la terapia de rayos es tan dolorosa que no la sigue.
Alfonsina se retrae y apenas sale a la calle. Vive sus últimos años atemorizada por la muerte. El 25 de octubre de 1938 hallan el cuerpo de Alfonsina Storni en la playa de La Perla, en Mar del Plata. Al día siguiente se publica su último poema, Quiero dormir, en La Nación.
Gloria eterna a la poesia hecha mujer

Obras
La inquietud del rosal. Buenos Aires: Librería de La Facultad, 1916. Poesía.
El dulce daño. Buenos Aires: Sociedad Cooperativa Editorial Limitada, 1918. Poesía.
Irremediablemente. Buenos Aires: Sociedad Cooperativa Editorial Limitada, 1919. Poesía.
Languidez. Buenos Aires: Sociedad Cooperativa Editorial Limitada, 1920. Poesía.
Ocre. Buenos Aires: Babel, 1925. Poesía.
Poemas de amor. Buenos Aires: Porter, 1926. Poesía.
Mundo de siete pozos. Buenos Aires: Tor, 1934. Poesía.
Mascarilla y trébol. Buenos Aires: Mercatali, Impr., 1938. Poesía.
Entre un par de maletas a medio abrir y Las maneci. Buenos Aires: Ediciones Católicas Argentinas, Tall. Graf. De, 1939. Discurso/Conferencia.
Teatro infantil. Buenos Aires: R.J. Roggero, 1950. Teatro.
Cinco cartas y una golondrina. Buenos Aires: Inst. Amigos del Libro Argentino, 1959. Miscelánea.
Obra poética completa. Poesías completas. Buenos Aires: Sela, 1968. Poesía.

