Mi patria es todo el mundo.

Trabajo

Algo que debes saber

Hay aún una cosa más que deberías saber, algo que mientras no lo asumas con total
sinceridad te impedirá alcanzar la paz que tanto anhelas; se trata de una cosa
que vienes sospechando desde hace ya bastante tiempo, pero que hasta ahora te
habías negado a aceptar.

La inmensa mayoría de la gente que te rodea ve las mismas cosas que tú ves, escucha

lo mismo que tú escuchas, tiene acceso a los mismos libros que tú lees, hasta

saborea, huele y siente casi, más o menos, las mismas cosas que tú; por eso te

cuesta tanto entender que sean incapaces de percibir, con la misma claridad que

tú, la inhumana crueldad de la esclavitud del trabajo asalariado, el trato

despersonalizado en las relaciones humanas, el antinatural hacinamiento de

multitudes en ciudades carcelarias, la total mercantilización y burocratización

de todas las esferas de la vida… Tampoco puedes entender que no sientan la misma

irresistible necesidad, que sientes tú, de huir de tal Estado de cosas; de alejarte

de ello lo más posible. Todo lo cual agrava, aún más, el tormento que te provoca

vivir en un mundo como en el que vives.

Pues bien, ya va siendo hora de que aceptes otra gran verdad: Si ellos no son capaces

de darse cuenta de lo que tú sí, ese no es tu problema, sino el suyo. Como ya he

dicho antes, vivís en el mismo mundo, respiráis el mismo aire, bebéis el mismo agua,

coméis los mismos alimentos, veis, oís y sentís, más o menos las mismas cosas, por lo

que si no son capaces de llegar a las mismas conclusiones a las que tú has llegado

¿crees que por muchas palabras que utilices, y por más que las adornes, podrás hacerles

comprender lo que viendo, oyendo o respirando no pueden (o no quieren) comprender?

No se trata de una cuestión de educación, de inteligencia o de mayor o menor perspicacia,

sino de valor para afrontar una situación que es fácilmente perceptible para la inmensa

mayoría de los seres humanos, “que esta civilización está podrida”, pero que se niegan

a reconocer por lo que ello implicaría.

Acéptalo de una vez: lo que los demás hagan o dejen de hacer no es tu problema. Tú haz

lo que tengas que hacer, no pierdas mucho el tiempo en explicarles tus razones a los

demás y, sobre todo, no te sientas culpable por ello. Si ellos no comprenden de forma

casi automática la necesidad de romper con esta civilización, inútil será que trates

tú de explicárselo. Toda aquella persona a la que te cueste más de un minuto hacerla

entender la inhumana condición de la civilización actual, no merece ni un segundo más

de tu tiempo, entre otras cosas, porque es muy probable que se haya corrompido hasta

tal punto, que haya dejado ya de ser un ser humano. Sería como tratar de explicarle

a un yonqui, en pleno mono, la inconveniencia de tomar drogas.

En cualquier caso, si quieres, puedes seguir intentando convencerles con palabras,

pero te advierto que no será más que una pérdida de tiempo, pues ¿cómo iban a sentir

que tienen necesidad de médico los que se consideran sanos?; y lo peor de todo es

que tu esfuerzo, con toda probabilidad, sólo servirá para desviarte del camino que

habías decidido recorrer.

“Es un imbécil quien exige pruebas para creer en aquello que es incapaz de percibir

y tonto seria el que se esforzara en hacer creer algo a semejante imbécil”.

Cuando salgo del trabajo y me dirijo a tomar el metro, la gente camina a

paso rápido y miles de personas bajan diariamente las escaleras para tomarlo.

Al parecer, la gente está acostumbrada a aquello. ¡El metro parece una

verdadera lata de sardina!, todos apiñados empujándose para entrar. Muchas

veces tengo que dejar pasar hasta 5 trenes porque vienen todos llenos, hasta

que me decido y entro al sexto empujando a la gente y cayendo en el juego

del tira y afloja, a codazos. ¡Es horrible!.

Parece que la gente reclama al gobierno, pero después se les olvida reclamar

y después se acostumbran al desajuste, a la improvisación, a la mala calidad

de vida en pro de la urbanización.
Imagino que como la mayoría del trabajo está aquí y que año a año llegan más

profesionales a la gran capital y que día a día nacen más niños y año tras año

van más pingüinos (escolares) al colegio, esta cosa muy pronto va a colapsar.

¡Centralización! que estupidez. Las provincias están quedando sin trabajo y

los padres tienen que viajar enormes distancias a las grandes urbes para traer

el sustento al hogar quebrando así a la familia.

Un día comprendí que todo estaba mal. ¿Por qué tengo que trabajar tanto? maginé

mi vida en una hoja, en una línea de tiempo. Lunes a viernes levantándome a las

5 am para entrar a las 8:00 am y para salir a las 18:00 hrs y llegar con suerte

al hogar a las 21 hrs. Cansado y con sueño. Me imagine de viejo, “mi vida se la

entregué a otros”, a una corporación, a una empresa, que me estrujó lo más que

pudo hasta quedar inservible. ¿Todo por dinero?.

No solo me di cuenta de eso, sino que también descubrí que éste sistema Capitalista

absorbe toda la energía de las personas. Son verdaderas sanguijuelas y vampiros

corporativos. Te ofrecen créditos incluso sabiendo de que no puedes pagar. Crean

una ilusión de que lo tienes todo y hacen que las personas se apiñen en ciudades

haciéndote dependiente de supermercados, del agua, de suministros energéticos.

¿Qué pasará cuando ocurra una crisis y corten los suministros?. Por lo menos en el

campo tenías como obtener tu propia cosecha.

Depositan los sueldos en líneas de crédito las cuales recortan dinero por seguros,

por mantención de tarjeta y cuanta tontería se les ocurre. Muchas veces, la gente

trabaja para cubrir sus líneas de sobregiro y viven para pagar el llamado “pago mínimo”.

Nos convertimos así en ESCLAVOS DE LA DEUDA. Lo chistoso de todo esto, es que hay

gente que defiende el actual sistema.

Los niños.. ¡Estamos creando a unos monstruos de niños!.

Pasan casi todo el día solos pegados en el televisor aprendiendo basura. Yo recuerdo

que cuando niño jugaba a lo Robin Hood al lado de un cerro que tenía un enorme bosque,

era divertido. Pero ya no hay tiempo para compartir con nuestros hijos ¿Por qué? Por

el maldito trabajo. Ellos nos exigen compartir con ellos y nosotros por lo general

estamos cansados o de mal ánimo.

Antes yo recuerdo que podía viajar por todo el país de paseo familiar y bastaba solo

tomar el auto y poner gasolina. ¿Pero ahora? Llenaron de peajes todos los caminos,

bloquearon las entradas a casi todas las ciudades para pagar un peaje que cae en

inversionistas extranjeros. El país amigos míos lo están vendiendo de a poco.

El agua potable no nos pertenece ya que pertenece a inversionistas estranjeros.

Ellos tienen el control de la luz y el agua (es un monopolio). Tenemos que importar

gas porque con todos los medios que tenemos aquí, no se les ocurre colocar plantas

aquí termoeléctricas, o solares, o sacar provecho de la energía eólica o la del mar

(por medio de las olas). Es tan patético todo, en Bolivia querían privatizar el agua

de la lluvia (eso quería decir que no podías juntar agua de lluvia porque esa agua no

era tuya mira que estupidez más grande. Menos mal que nuestros hermanos del país de

al lado protestaron y no permitieron esto. En estos momentos yo mismo me siento esclavo

del sistema, porque sin querer, tengo que trabajar para mantener a la familia, para

pagar la luz, el agua, el gas, los alimentos, etc. Sin trabajo no puedo a menos que me

haga independiente por lo cual estoy luchando.

Quizás sería bueno que toda esta economía se fuera abajo y comenzar de cero como en la

antigüedad, con el trueque y todo eso. Y tener todos nosotros nuestras cosechas,

animales para alimentarnos y que la tecnología fuera renovable como generar luz con

paneles, pero todo eso es una utopía, porque las grandes corporaciones cada vez nos

estrujan más. Nosotros la clase media somos mayoría y podemos generar un cambio y los

de arriba lo saben y nos temen. Lamentablemente no estamos para nada unidos.

Favorablemente el capitalismo actual, está convirtiéndose en una burbuja a punto de

estallar y se viene una nueva crisis económica a final de año. Ahora se viene la super

influenza humana recargada (terrorismo yanqui) sobre el país del norte para este

invierno. Ya están asustando a la gente para que compre la supuesta vacuna que tiene

la cura. Por dios! Mi suegra tuvo AH1N1 y no fue más fuerte que una gripe. La gente

que ha muerto, ha muerto por derivaciones de otras enfermedades como asma y enfermedades

pulmonares. Pero la gente tiene tanto miedo, que corre a vacunarse y ni siquiera saben

que se están inyectando. Les recomiendo que investiguen sobre la gripe española que mató

a más de 50 millones de personas y que la causa fue la vacunación masiva de personas

(lean de esto, es importante). Les recomiendo amigos,. NO SE VACUNEN.

Gracias a Dios, la gente está comenzando a despertar a pesar de que nos inyecten toxinas

y nos mantengan adormecidos. Mucha gente se está dando cuenta de que algo raro pasa.

Amigos, tenemos un potencial enorme. Busquen en su interior y liberense de lo que los oprime.

Esta libertad es una libertad falsa.

Como dijo Cicerón, La libertad no consiste en tener un buen amo, sino en no tenerlo.

fin

 

 

 

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36 comentarios

  1. 18 febrero, 2017 en 23:44

  2. 18 febrero, 2017 en 23:46

    • tanitherva

      Por increíble que parezca, la esclavitud sigue existiendo en el siglo XXI. Los gobiernos y medios de comunicación social lo saben y, sin embargo, miran hacia otro lado. Ni lo denunciaron en el pasado, ni lo denuncian en la actualidad.
      Durante veinte años ha existido un comercio de esclavos muy amplio, no sólo en Sudán, sino también en Arabia Saudita, en Libia, en Chad, países cercanos a Sudán, con un comercio muy floreciente, donde muchos sudaneses son vendidos.
      Esto se sabía, pero se miraba hacia otro lado. Las cosas han mejorado un poco, pero siguen existiendo esclavos y hay que liberarlos.
      En Jartum, los religiosos Trinitarios y Mercedarios han construido una casa conjunta donde viven 166 niños liberados de la esclavitud, muchos de ellos perdieron a su padre en la guerra y su madre fue vendida en un lugar diferente. Son acogidos para que por lo menos puedan labrarse un futuro.
      El comercio de esclavos se centra especialmente en los niños, porque son los más débiles y manipulables. Se puede educar fácilmente a un niño, haciendo que crea que ha nacido para ser esclavo.
      Los niños son vendidos por 300€ para trabajar en los campos de los señores árabes o cuidar sus ganados. Las niñas se venden por 250€ para los harenes, y las mujeres por 200€, para el servicio de la casa de los hombres.
      Los frailes Trinitarios y Mercedarios trabajan incansablemente buscando a los esclavos. Allí donde la esclavitud está prohibida por la ley, denuncian los casos. Mientras que en los lugares donde no está prohibido, los compran para llevarles a sus lugares de origen. Saben lo que una vida en estas condiciones supone para un niño que, en muchos casos, quedará marcado para siempre.
      Las vidas de estos niños son tremendamente duras, viven extremas privaciones y reciben crueles tratos de sus dueños: abusos sexuales, maltrato físico, escasa comida, dormir en el suelo, ninguna posibilidad de estudiar… Las palizas, por lo que ellos consideran desobediencia, son frecuentes. Se les niega su identidad cultural: se les prohíbe hablar otra lengua que no sea el árabe, se les asignan nuevos nombres, no pueden seguir una religión distinta a la de sus dueños, se les niega totalmente su herencia cultural…
      Mientras no se prohíba la esclavitud seguirá habiendo personas que se aprovechen de este negocio a costa de destruir vidas humanas por unas pocas monedas. No podemos apartar la mirada y continuar como si no pasara nada.

      20 febrero, 2017 en 20:18

      • Excelente informacion, gracias Tanith

        21 febrero, 2017 en 23:28

  3. Hermano en armas, hermano de batallas, haz descrito mi vida en esta entrada, justo así me siento, como amarrado, soy consiente de que este sistema de vida en constante explotación no es natural, las cosas están mal y si uno se atreve a plantearlo muchas veces se arriesga a ser tratado como loco y menospreciado. Te mando un saludo y mucha fuerza para luchar por lo que vale la pena.

    19 febrero, 2017 en 0:09

    • De mil formas se puede y debe combatir a este Sistema corructo y criminal
      que maneja los hilos de nuestra cada día mas dura existencia. Mas vale
      morir de pie que morir de rodillas en un mundo robado y arruinado, fuerza
      y salud, amigo. Un abrazo.

      19 febrero, 2017 en 5:28

  4. 19 febrero, 2017 en 2:20

  5. 19 febrero, 2017 en 3:43

  6. 19 febrero, 2017 en 3:53

  7. 19 febrero, 2017 en 4:22

  8. 19 febrero, 2017 en 4:39

  9. 19 febrero, 2017 en 4:45

  10. 19 febrero, 2017 en 6:20

  11. Leerte es verse retratado en una realidad que no cambia. Es muy profunda tus reflexiones. Un excelente artículo.

    20 febrero, 2017 en 9:07

  12. 20 febrero, 2017 en 23:28

  13. 21 febrero, 2017 en 3:08

  14. 21 febrero, 2017 en 3:36

  15. 21 febrero, 2017 en 20:04

  16. 21 febrero, 2017 en 23:41

  17. 23 febrero, 2017 en 19:19

  18. 23 febrero, 2017 en 19:37

  19. 23 febrero, 2017 en 19:55

  20. 23 febrero, 2017 en 20:06

  21. 23 febrero, 2017 en 20:32

  22. 24 febrero, 2017 en 19:16

  23. 24 febrero, 2017 en 19:47

  24. Que nos gobiernen las putas
    ya que sus hijos nos han fallado

    24 febrero, 2017 en 21:15

  25. 24 febrero, 2017 en 21:32

  26. 25 febrero, 2017 en 5:34

  27. 25 febrero, 2017 en 5:47

  28. 25 febrero, 2017 en 6:04

  29. 25 febrero, 2017 en 13:50

  30. 2 marzo, 2017 en 13:58

  31. Well ✒ penned 🤗🤗

    24 abril, 2017 en 19:27

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